Es un hecho, Porsche presentó a comienzos del 2024 el espectacular nuevo Porsche Macan que, a diferencia de su generación anterior, esta vez llegó a abrir camino como vehículo 100% eléctrico. Sin embargo, antes que este nuevo modelo pise tierras colombianas, quisimos destacar lo mejor de su versión a gasolina, que aquí entre nos es uno de los SUV más “picantes” que tiene el mercado no solo local, sino a nivel mundial. Y aunque Porsche va en camino firme hacia la electrificación de todo su portafolio, la pregunta que nos asalta es: mientras todo esto transcurre, ¿podrán convivir el Porsche Macan a gasolina y el nuevo Macan eléctrico juntos por algún tiempo?
Bueno, mientras ese día llega, tuvimos el gran honor de probar lo que esperamos que no sea la última edición del Porsche Macan como vehículo alimentado por petróleo. Y es que si nos ponemos sentimentales, a los verdaderos petrolheads como nosotros no nos será fácil hacernos a la idea de un mundo eléctrico sin ese característico olor a gasolina, aunque confieso que esta tusa siempre se me pasa cuando me acuerdo de todos mis momentos abordo de un Porsche Taycan.
Un alemán en la Sucursal del Cielo
Nos fuimos para Cali, capital de la salsa y del Valle del Cauca, aprovechando el evento deportivo de la Media Maratón de Cali 2024. Nuestros amigos de Agrícola Automotriz y con el apoyo de Autoelite como siempre nos abrieron sus puertas en la Sucursal del Cielo para consentirnos con uno de sus vehículos, para ser nuestro transporte oficial durante nuestra estancia en la ciudad, a la espera también en participar en dicho certamen deportivo.
El Porsche Macan es uno de esos deportivos de ensueño, pero realizables, pues podría considerarse el primer peldaño a conquistar antes de sumergirse con prudencia en todo el universo Porsche. Sí es un SUV y aunque su clasificación de “utilitario” lo comparte con otras marcas según lo que dice en la tarjeta de propiedad, la verdad es que está a años luz de ser uno más de ese montón. Porsche no se clasifica entre marcas, Porsche es aparte y punto, me perdona la prepotencia pero así es. Es por esto que el Porsche Macan y cualquier modelo de la casa de Stuttgart será siempre digno de elogios.
Con un motor 2 litros turboalimentado de cuatro cilindros en línea, el Porsche Macan genera 265 caballos de potencia y poderosos 400 Nm de torque a las cuatro ruedas. Estos números respaldan los argumentos de sensación de manejo que en cada aceleración nos recuerda el porqué estamos a bordo de un Porsche. Y hago una pausa en este punto para destacar que estamos probando el Macan de entrada, así que ni hablar la locura de lo que son sus versiones S o GTS.
En una caótica ciudad como Cali y como en cualquier capital del país en cuanto a tráfico y malas vías, el Macan se comporta educado cuando debe serlo a bajas revoluciones o tramos de baja velocidad, sin pretender creerse un 911 amarrado a una jaula en cautiverio. Su suspensión ha evolucionado de manera importante, al punto que es precisamente en estos ambientes de ciudad que se agradece su gran confort y suavidad. Además que me llamó la atención que pese a que Cali tiene muy buenos fierros en general, el Macan se roba todas las miradas en los semáforos y andenes de la ciudad, pues por más que la marca pretenda pasar desapercibida con sobrios diseños exteriores, la verdad es que no logran este objetivo y eso me gusta.
Rienda suelta a la bestia
El Valle del Cauca se caracteriza por tener una de las mejores mallas viales nacionales del país, con tramos de velocidad máxima de hasta 120 km/h y no es necesario retirarse mucho de la ciudad de Cali para tenerlas a disposición.
Es así como solo unos cuantos kilómetros fuera del perímetro urbano era el momento y como lo dijo alguna vez Dominic Toretto “nothing sadder than locking the beast in a cage” que en español sería algo como “Nada más triste que encerrar a la bestia en una jaula”, pues era el momento de poner en su salsa al Porsche Macan y soltar a la bestia y en estas verdaderas autopistas del Valle, ponerle pie al acelerador y exprimirle ese ADN de la marca en todo el sentido de la palabra.
Y es que aunque solo se trate de un vehículo utilitario con altura al piso, este compacto tipo camioneta es una delicia en carretera. Lo mejor de todo es su capacidad de agarre en curvas y lo precisa de su dirección, dejando claro su naturaleza deportiva que, en conjunto, diseño y máquina, hacen la diferencia. Que dicho sea de paso, aprovecho para aplaudir también su sofisticado interior que guarda la exquisitez que siempre caracteriza los interiores Porsche.
En pocas palabras, Porsche es Porsche y lo demás es loma. Mientras la era eléctrica llega poco a poco a la marca alemana, agradecemos por el momento que nos ofrezcan estas espectaculares máquinas con gasolina. Sólo nos faltó la prueba todoterreno que por si no lo sabe, su tracción es total como su hermano mayor Cayenne, modelos que han demostrado lo capaces que son en trocha, pero ese episodio lo dejamos para después.