La historia del Lamborghini LM002 está llena de giros, locuras, decisiones absurdas y una marca al borde de la bancarrota. Lo que empezó como un vehículo militar terminó como la camioneta más rápida de su época y un antecesor al actual Urus, casi sin querer. Sin embargo, no existe un Lamborghini LM002 más absurdo (y, de paso, único) que aquel que perteneció al Sultán de Brunéi.
Tal vez le suene la historia de Hassanal Bolkiah, cuyo nombre completo evitaré decir por lo largo que es. Junto a sus hermanos, el Sultán de Brunéi tuvo una de las colecciones de autos más grande e infame del planeta, la cual se estima está compuesta por 2.500 a 7.000 vehículos.
Con la fortuna que tiene este hombre, ¿acaso usted no haría lo mismo? Porque en su posesión están un sinfín de vehículos personalizados y hechos a medida del Sultán, entre ellos este Lamborghini LM002 en particular.
El coleccionista más grande (y excéntrico) del mundo
De vez en cuando algunos de los vehículos en poder del Sultán son liberados al mundo, usualmente comprados por algún miembro de su círculo. Eso si no es que emergen historias de exóticos pudriéndose literalmente en bodegas escondidas en las selvas donde muchos autos de la colección encuentran un destino triste.
Por fortuna, este es uno de varios Lamborghini LM002 en posesión del Sultán, vehículo que de alguna manera irá a subasta, luego de pasar por varias manos desde los años noventa.
De un 4×4 militar a un modelo de calle absurdo
Primero tengo que hablarle sobre lo ridículo que es el LM002. Es Rambo personificado en un auto, con todo y falso acento americano. De forma breve, Lamborghini atravesaba una grave crisis en los años setenta, luego de despilfarrar un capital que recibieron por ayudar con el desarrollo del BMW.
Aquí llega MTI, firma americana que tenía un contrato para desarrollar un vehículo militar que reemplazara al Jeep Willys en EE.UU. Esta compañía tocó la puerta de Lamborghini y ambos aceptaron el reto, construyendo el poderoso Cheetah, un 4×4 con chasis militar y el V8 de un Chrysler. Al final, un tal “Humvee” les ganó la partida en EE.UU.
Aquella mole mutó en el Lamborghini LM001 y LMA002, dos evoluciones también militares que pretendían seducir a otras naciones. Aparentemente Arabia Saudita compró un millar de estos ejemplares y Lamborghini ilusionado, se preparó para cumplir ese lucrativo contrato.
Sin embargo, los jeques y militares saudíes desaparecieron tan pronto como llegaron, así que Lamborghini decidió hacer lo único sensato: tomar el V12 del Countach, montarlo al frente de uno de estos prototipos y llevarlo a producción. Italianos y sus locuras.
Uno de uno… de forma oficial
Así nace el Lamborghini LM002, un 4×4 tan impresionante como la historia que lo precede. Y es aquí que entra el Sultán de Brunéi, quien vio al LM002 y de inmediato quiso uno, pero pidió permiso a Lamborghini para hacer varias modificaciones. Como la casa italiana no tenía un centavo y el dinero de sultanes manda, aceptaron.
El carrocero Salvatore Diomante aceptó la tarea de convertir al LM002, una pickup por naturaleza, en un SUV (o Wagon) con tres filas de asientos. ¿Y quién dice que un Lambo no puede ser práctico? Nada de Urus, el Sultán tuvo el primer Lambo-SUV, con una carrocería extendida y un techo levantado, además de butacas adicionales y acabados en madera.
Se añadieron sillas en cuero, techo panorámico, reproductor de VHS (ahora DVD), televisor y aire acondicionado; preservando el V12 de 450 hp y su transmisión manual de 5 cambios. En total este LM002 “Wagon” pesa unos 500 kg más que uno normal y el Sultán logró conducirlo por unos 1.700 km, hasta que lo vendió.
Los ires y venires del Lambo Wagon
El “mega Lambo” cayó en poder del ex jefe de BMW y Volkswagen, Bernd Pischetsreider, quien lo importó a Alemania. Luego pasó a manos de una adinerada mujer en Suecia, que lo usaba (y no estoy inventando) para llevar a sus hijos a la escuela. Olvídese de cruzar una vereda en una Toyota FJ40, ¡estos chiquillos podían cruzar los inviernos con estilo en un Lamborghini!
Y así llegamos al presente, con 16.000 km en el odómetro y lista para ser subastada por SBX Cars. Lo más increíble, después de 40 años, es que este LM002 conserve sus llantas originales, aunque el resto de mantenimiento normal se ha hecho de forma puntual y con recelo. Además, vendrá con un nuevo juego de cauchos, ahí como un extra.
Es cierto, existen otros dos LM002 Wagon, pero he aquí el único aprobado de forma oficial por Lamborghini. Sólo el viaje que tuvo este vehículo, cuyo valor fácilmente podría eclipsar las 6 o 7 figuras, vale la pena contar su historia y preservarlo, quizá para ir al supermercado de forma ocasional o recoger a sus hijos, ojalá con la canción del Canyonero sonando a todo volumen en el radio.