No importa que los dueños de Cadillac no quieran una enorme camioneta con motor diésel, GMC llega al rescate con la renovada Yukon modelo 2025. Porque además del lujo, GMC es sinónimo de camionetas potentes y utilitarias, razón por la cual un gran motor turbodiésel es casi que un requisito para acompañar a los V8 que tanto gustan en Norteamérica.
Es cierto, por nuestra región difícilmente veremos uno de estos monolitos sobre ruedas. Pero gracias a la “romantización” de la cultura americana, vemos estos enormes SUVs con cierto cariño. Lo más cercano aquí es la Chevrolet Tahoe, así que para que se haga una idea, la GMC Yukon 2025 usa el mismo chasis, añade un poco de capacidades todoterreno y mantiene los motores diésel; a la vez que agrega todo el lujo posible sin cruzar el territorio de Cadillac.
Titán más estilizado
Como siempre, la GMC Yukon actualizada se presenta en versión “corta” y XL. Los diseñadores de la marca americana se preocuparon por darle un frente más futurista y limpio, con una gran parrilla flanqueada por luces en forma de C más finas, similar a lo que ya presenta la Sierra pickup.
Aunque no abandona sus trazos rectos y musculosos, la nueva Yukon luce más elegante, estilizada, con un mejor balance de rudeza y lujo. Detalles externos cambian según la versión; el modelo AT4 posee ganchos de rescate rojos y placas de deslizamiento más grandes. En contraste, la Denali Ultimate tiene un rostro con acentos oscuros y cromados para contrastar.
Chispa adicional al turbodiésel
En materia mecánica, la GMC Yukon 2025 recibe un motor Duramax diésel retocado con elementos más eficientes. Ello resulta en un aumento de potencia de 277 a 305 caballos, mientras que el torque se ubica en 671 Nm para las cuatro ruedas, 48 Nm más que su encarnación previa.
El motor V8 a gasolina de 6,2 litros no recibe demasiados cambios, con los mismos 420 hp y 623 Nm de par. La transmisión automática de 10 velocidades para ambas motorizaciones también permanece.
Mejoras especiales incluyen suspensión neumática, con la posibilidad de elevar unas 2 pulgadas más a la Yukon AT4, calzada con llantas todoterreno. El sistema Super Cruise de manejo semiautónomo también regresa, ahora con más asistencias a la conducción tales como detección de peatones y ciclistas al frente, los costados y parte trasera; al igual que asistente para cruce de intersecciones. Un paquete para remolque viene estándar en todos los modelos, que pueden remolcar hasta 3,8 toneladas.
Derrochando cuero, madera y muchos lujos
Donde se nota más el salto de lujo y prestaciones es la cabina. Una colosal pantalla vertical de 16,8” domina la consola central, tomada directamente de la Sierra EV. Este sistema posee un sistema operativo de Google, posee aplicaciones de Android integradas y una perilla física. El sonido está firmado por Bose y tiene 22 salidas, mientras que el selector de marcha ahora está en la columna de dirección, como buen auto americano.
Ambos modelos reciben apliques de madera real en el tablero y consola central; en el caso de la Denali reciben un patrón impreso en láser con el mapa topográfico que le da nombre; mientras que la AT4 combina un acabado más puro con asientos en cuero color obsidiana. Las sillas tipo capitán de la segunda fila poseen pantallas en los reposacabezas de las sillas delanteras.
En conclusión, es una camioneta de excesos y lujos para una familia numerosa y más sensata. En especial una que no desee la exageración de Cadillac y sus mil pantallas, a la vez que prefiere un motor diésel con mayor torque a bajo régimen.