Es oficial, BYD ya ensambló sus primeros vehículos en Colombia y planea armar muchos más. Aunque no es como se lo imagina, el plan de la marca china es abarcar un mercado tan importante como lo es el transporte público. Se trata de los buses eléctricos de BYD, que no sólo se ensamblan en Colombia, tienen como objetivo ser la elección ecológica para sistemas de transporte masivo, como el MIO o Transmilenio.
Iniciativa que llega en un momento clave, ya que se avecina una nueva fase de Transmilenio en Bogotá y BYD quiere adjudicarse el contrato para proporcionar sus buses eléctricos hechos 100% en Colombia. Además, claro, de llegar a otros sistemas de transporte similares en la ciudad, como en Medellín o Barranquilla.
Buses con sello cafetero
En colaboración con Hino, una de las ensambladoras aún vigentes en Colombia, BYD armó uno de sus primeros buses eléctricos hechos construidos desde cero en el país. Es un chasis articulado listo para recibir una carrocería completa, también de fabricación local, equipado con baterías tipo Blade de BYD, potencias que oscilan entre los 500 y 800 caballos y una autonomía superior a los 300 kilómetros.
Esta unidad espera unirse a los buses eléctricos de BYD que ya circulan por Colombia en diversos sistemas como Transmilenio, el SITP o el MIO. Buses que le brindan a BYD miles de kilómetros en pruebas para perfeccionar su operación y prestaciones de acuerdo a las necesidades del país. Unos 1.500 ya circulan por Bogotá, con otros 1.550 en el resto del país; 1.000 de ellos con carrocerías hechas de forma local.
En adición a este bus hecho 100% en Colombia, BYD dará luz verde a la llegada de más buses biarticulados de 27 metros. Unidades que la marca también espera fabricar de forma local para estimular la industria colombiana y confiar en las manos de expertos carroceros y marcas comerciales, como Hino, para profundizar en este segmento de transporte urbano.
Con Transmilenio en la mira
Además de presentar su primer bus hecho de forma local, BYD destapa su intención de trabajar directamente con Transmilenio. Abierta la fase VI del sistema masivo de la capital, el objetivo de BYD es ser el acreedor de la licitación de buses para esa fase, la cual requerirá unos 296 buses que, espera la marca, tengan el sello eléctrico de BYD. No todo puede ser diésel y gas natural con sello Scania o Volvo.
Es por esta razón que BYD quiere aumentar el ensamblaje nacional de sus buses, para que este contrato para la fase VI de Transmilenio beneficie la economía colombiana. No será el metro, pero tener buses eléctricos que no emitan materiales particulados en las troncales de la capital parece una idea sensata a futuro; siempre y cuando el distrito no elija subir los pasajes de forma desorbitada.
Además, los buses serán silenciosos y más cómodos al eliminar la vibración de un motor diésel convencional. Lo único malo es que escuchará más ruidos externos y a los cantantes de rap conciencia, pero nada que unos buenos audífonos no arreglen.
