Volkswagen Escarabajo Cali Protestas
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El primer carro siempre tendrá un lugar especial en nuestro corazón, en especial si luego de muchos años aún lo conservamos. Tal es el caso de “Yiyo”, un Escarabajo 1955, y primer carro de una familia caleña que lo conservaba desde hace 26 años. De forma infortunada, el Volkswagen Escarabajo se vio involucrado en una de las protestas en Cali, recibiendo daños importantes en su carrocería e interior.

Sucedió el 4 de junio al norte de Cali, cuando participantes de la protesta usaron al Volkswagen Escarabajo como una barricada. Poco pudieron hacer sus dueños, que, impedidos por los gases lacrimógenos, tuvieron que ver a “Yiyo” desde su ventana recibiendo disparos y golpes de lado y lado. El panorama no pintaba bien para el Escarabajo, que luego sería remolcado a un parqueadero, con un futuro incierto.

Volkswagen Escarabajo protestas Cali 6
Las secuelas que le quedaron al Escarabajo luego de encontrarse en el fuego cruzado de las protestas. Aunque tuvo daños por fuego, las «quemaduras» fueron menores.

Volviendo a 1995

Para contar bien la historia, tenemos que viajar antes de las protestas, cuando el Volkswagen Escarabajo ni siquiera residía en Cali. El cuento comienza en 1995, año en el cual Fabio pensaba en comprar su primer carro. Sus papás residían en Popayán, por lo cual Fabio viajaba con su familia frecuentemente a la ciudad. Allí fue donde su cuñado le contó sobre un pichirilo en venta.

A Fabio siempre le llamaron la atención los Escarabajos. Él recuerda una versión de juguete que tenía uno de sus primos, el cual, asegura Fabio, sonaba igual al motor de un Volkswagen. Si bien un Renault 12 y un 18 que le ofrecieron sonaban tentadores, “una campanita” como lo describe Fabio lo llevó a escoger el Volkswagen.

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«Yiyo» en todo su esplendor, luego de 26 años de fiel servicio a su familia. Hay algo en los Escarabajos que logra captar la atención de todo el mundo a donde quiera que van…

Lo curioso es que Fabio no sabía manejar, por lo que compró el Escarabajo y lo dejó al cuidado de su cuñado en Popayán, mientras hacía el trámite para el pase. Un mes después, Fabio y su familia por fin iban a estrenar el carro. Él mismo recuerda como Angie, su hija de 4 años, le preguntó si irían al terminal luego de recoger el carro. Desde entonces la familia conserva a “Yiyo”, que los llevó, con varadas incluidas, a pasear o a sus trabajos.

El carro fue heredado por Angie, quien le puso el apodo de “Yiyo” ya que a ella le decían “Yiya”. Aunque tuvieron muchas ofertas, nunca quisieron vender el pichirilo; sin embargo, el Escarabajo entró en reposo, ya que Angie se encontraba de viaje. Acá volvemos al presente, con la familia pensando cómo ahorrar para conseguir los recursos necesarios para reparar a Yiyo, y de paso volverlo eléctrico, como soñaba Angie. Sólo que la segunda oportunidad del pichirilo llegaría de otra forma.

El poder de internet

Aquí es donde entra César de Rally Legends. Él vio la imagen del Escarabajo volcado circular por redes sociales, razón por la cual quiso buscar a sus dueños y hacer algo para ayudarlos. Utilizando grupos en redes sociales, César puso a rodar la foto en búsqueda de una pista. Una persona reconoció el sector donde se tomó la foto y se prestó para ir al lugar y preguntar por los dueños del vehículo.

Al dar con ellos, comenzó una iniciativa para rescatar al Volkswagen. Con el hashtag #aYiyoayudo, Rally Legends lanzó una campaña para recolectar recursos y manos para restaurar al Escarabajo. A esta se unieron varios grupos nacionales, entre ellos Comunidad Volkswagen Colombia y Fierreras Colombia. Según César, la ayuda no se hizo esperar.

Gracias al internet, diferentes mecánicos, clubes y aficionados pusieron su granito de arena. Elementos como techo de repuesto, stops, espejos, tapicería, latonería y un espacio para repararlo fueron conseguidos para Yiyo. Todo el progreso lo comparte Rally Legends en su Instagram, con la intención de producir un documental.

De acuerdo a César, esperan terminar el proyecto y presentarlo a finales de este año en uno de los eventos del club en Cali, pero todo dependerá del ritmo al cual logren recolectar toda la ayuda restante. La moraleja de la historia, al menos para un internauta como usted y yo, es nunca subestimar el poder y la bondad de las personas en Internet. Y que los héroes en Colombia, como dice aquella campaña, si existen, y están tras la pantalla de un celular o un computador.

Si usted desea aportar su granito de arena o conocer más sobre la iniciativa puede hacerlo entrando aquí. También puede seguir el progreso de la campaña en las redes sociales de Rally Legends Colombia.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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