Señoras y señores, abran paso para el regreso de un potro legendario en los establos de Detroit: el incomparable Mustang tornasolado o místico. Solo que esta vez tiene un nombre y ya lo conocíamos bien: el Ford Mustang Dark Horse, y aunque teníamos claro que su pintura azul sería especial, no creímos que fuera a este nivel.
“Los Mustang místicos”
Primero algo de contexto. En 1996 Ford lanzó una serie especial del Mustang SN95 (cuarta generación) para celebrar las bondades de su V8 Modular 4.6L. Esta se conoció como Mystic Cobra, y lucía una pintura tornasolada que dependiendo de la luz y el ángulo, aparecía de color dorado, azul, verde o violeta. Ford aseguró que desarrollar ese tono en su época tomó tres años y tuvo el apoyo de la compañía química BASF. Solo 1.999 ejemplares de estos Cobras se produjeron.
Si bien ese fue el primer modelo de producción en llevar ese tono, el modelo más conocido de los Mustang tornasolados es el Mystichrome. Este es un Mustang Cobra 2004 con una versión refinada por Dupont (ahora Axalta) de este tono multicolor y hasta un interior tornasolado. De esa serie limitada solo 1.010 de ellos se hicieron.
Pero el detalle más loco es lo secreto que es Ford con esa pintura, ya que cualquier Mustang Mystic o Mystichrome requiere aprobación especial de la compañía para crear de nuevo el color en caso de rayones o daños. Cualquier pintura que sobre debe regresar al cuartel de Ford en Detroit, y tan solo otro auto ha lucido la pintura y es un Ford GT único en su tipo.
Cambiar de color a altas velocidades
Por eso puede ver lo importante y coleccionable que es un Mustang con pintura que cambia de color. Entonces, ¿el Ford Mustang Dark Horse usa esa pintura tan especial? Permítame decirle que no, pero se acerca bastante. Lo que quiso hacer el Óvalo Azul no solo fue un Mustang poderoso (y de 500 hp), sino también uno que sea distinguible en donde sea y tenga detalles que hagan sentir especial a su dueño.
Está la pintura que Ford llama Blue Ember, que según ellos hace del Mustang Dark Horse “un auto siniestro pero complejo para girar cabezas a donde vaya”. La tonalidad combina varios pigmentos de azul con otros colores primarios y unas gotas de ámbar y un acabado mate que se ve espectacular a la luz.
Si usted desea Ford instala gráficos pintados al exterior para acentuar su aspecto de Mustang de competencias. Otros colores están disponibles, pero ese Azul Brasa (o ascua) es sin duda el más llamativo.
Interior que combina con el exterior
¿Pensó que era el fin? Pues no, porque la cabina del Dark Horse combina con ese exterior. Si lo recuerda, Ford omitió imágenes del exterior al revelar este Mustang, pero ahora sabemos qué esperar y vaya que es bueno. La palanca de cambios tiene un acabado en titanio anodizado para lucir como el azul del exterior. Hay una placa que numera cada Dark Horse, y la fibra de carbono en el tablero simula las escamas de un reptil poderoso.
La cabina se remata con asientos Recaro en cuero con acentos azules por doquier, un volante en gamuza en forma de D y acentos oscurecidos. Ah y lo mejor es que tiene una transmisión manual, excelente para controlar de forma análoga la furia de este potro tornasolado.