Es casi imposible encontrar un mal diseño de Aston Martin en las últimas tres décadas. Ni siquiera es una percepción subjetiva, los ingleses simplemente no pueden parar de concebir autos bellos. La tendencia se mantiene con el musculoso y curvilíneo Aston Martin Vantage 2024, cupé gran turismo que se renueva y le sorprenderá saber que es una actualización y no una nueva generación del nombre Vantage.
No puedo culpar a los diseñadores de Aston Martin por usar un diseño similar al que esculpieron en el nuevo DB12. Porque la forma más fácil de describir al nuevo Aston Martin Vantage 2024 es “un DB12 light”. No tiene nada de malo porque el diseño del DB12, tanto por dentro como por fuera, es fantástico. De igual manera, el V12 se despide y en su lugar el V8 firmado por AMG produce más torque de lo que alguna vez soñó ese motor de 12 cilindros.
Musculatura con elegancia pura
La silueta básica del Aston Martin Vantage 2024 no cambió demasiado respecto a su antecesor. La casa británica tuvo cuidado de preservar su musculatura, tonificando un poco sus pasos de rueda, elementos aerodinámicos y llantas, que ahora son de 21 pulgadas.
El mayor cambio está al frente, donde el rostro afilado del anterior Vantage da paso a rasgos más redondeados y una enorme parrilla. Esta última tiene la virtud de ofrecer un 30% de refrigeración adicional al V8. Los faros ovalados adelante integran tecnología LED matrix y una firma lumínica que imita las pestañas de unos ojos; casi parece como si el Vantage observara el camino de forma expectante.
En los costados se encuentran nuevos faldones que pueden ser de fibra de carbono, tomas de aire revisadas y un techo fastback que culmina en un alerón cola de pato. Allí residen las finas luces LED traseras, el logo alado de Aston Martin y bajo todo esto un difusor más agresivo con cuatro escapes; nada muy diferente al anterior, pero con un fuerte énfasis en el aspecto deportivo. Si el DB12 es un gran turismo elegante, el Vantage es su ágil hermano menor para situaciones que requieren un poco más de brío y agresividad.
A falta de V12, buenos son los V8
Es cierto que el V12 ascendió al Valhalla automotriz. Pero, a falta de un sonido glorioso, buen reemplazo es el V8 de 4,0 litros de Mercedes-AMG, modificado por Aston Martin para llevar 656 caballos de potencia a las ruedas traseras. Que si bien son menos que los 690 equinos del último V12 Vantage, compensa con un torque de 800 Nm y una aceleración de 0 a 100 km/h idéntica de 3,5 segundos.
Además, el V8 de Mercedes/Aston suena glorioso y va de la mano con todo tipo de juguetes, tales como suspensión adaptativa Bilstein, diferencial trasero electrónico, distribución 50/50 de peso, control activo de chasis y torque vectorial. La transmisión es, al igual que el DB12, una unidad automática ZF de 8 marchas con levas en el volante.
Aston Martin nos dice que el chasis es más rígido en la parte trasera, gracias a nuevos elementos estructurales en la suspensión y motor, detalles heradados del DBS 770. El toque final son frenos carbocerámicos, una opción si quiere exprimir al máximo a este atleta británico.
Puntos en estilo y confort
Algo falta, ¿verdad? Ah sí, podrá ser el “baby Aston Martin”, pero el Vantage 2024 no pierde el estilo. Miles de elementos a personalizar, más piezas en fibra de carbono, rines opcionales de 22” y un interior completamente nuevo. Este sigue la filosofía del DB12 presentando una cabina enfocada al piloto y el placer de conducir. La pantalla de 10.25” es discreta e integrada en una consola central flotante.
Allí el mayor detalle es la perilla que dobla como botón de arranque y selector de tracción. Este último sistema tiene 8 niveles de asistencia, con 5 siendo el modo por defecto. 1 a 4 son ideales para calentar las llantas y liberar un poco el deslizamiento de las llantas en condiciones de piso mojado; mientras que 6 a 8 desactiva gradualmente las ayudas. Aston Martin lo motiva a que vaya jugando con todos los niveles para que, eventualmente, domine este furioso V8 sin control de tracción.
Ahí lo tiene, el baby Aston listo para misiones de persecución con estilo. Y eso que aún falta un rediseño del DBS más extremo con un rostro similar, sin mencionar al Vantage GT3. Ya sabe, por si alguna misión de James Bond requiere infiltrarse en una carrera de resistencia.
