¿Recuerda cuando Hamilton y Bottas corrieron de negro? 2020 fue un año famoso tanto por el inicio de la pandemia como también el año en el que Lewis Hamilton obtuvo su séptimo campeonato en F1(y hasta la fecha último). En un gesto por rechazar el racismo, el tradicional plateado de Mercedes-Benz dio paso a una tonalidad negra que adornó sus monoplazas en 2020 y 2021. Así que es más que apropiado que el primer Mercedes-AMG One tenga los colores que lució Lewis Hamilton en una de sus temporadas más dominantes en F1.
Con “primer Mercedes-AMG One” no nos referimos al primero que salió de la línea de producción, sino a la primera unidad de las 275 con destino a un muy feliz cliente (con mucho dinero). Y es que no cualquiera tendrá acceso a semejante máquina, con nombres en espera como el actor Mark Wahlberg, y los pilotos Nico Rosberg, David Coulthard y Lewis Hamilton también aguardando uno de estos. De hecho, tanto Rosberg como Hamilton ayudaron al desarrollo de este bólido, que tomó casi seis años en tomar forma.
Símbolo del poder de AMG en F1
No obstante, se desconoce quién es el dueño del primer Mercedes-AMG One que aquí ve. En especial porque parece tener una placa personalizada (que solo lee ON 1), acentos azul Petronas y esa tonalidad negra con logos de Mercedes-Benz plateados en los costados. Justo como el Mercedes-AMG W11 que dominó a placer la temporada 2020 de F1, con 13 victorias en 17 carreras.
Tal vez sea el AMG One que, dicen los rumores, le daría Lewis Hamilton a su padre Anthony. Sea cual sea el caso, el negro también le sienta bien al AMG One, y casi podríamos llamarlo el “auto de Darth Vader”. Con un V6 turbocargado y cuatro propulsores eléctricos del Mercedes-AMG W07 de 2016, sistema DRS y modos de carrera bastante radicales, el AMG One es capaz de “volar” de 0 a 100 km/h en 2.9 segundos. Lo que hace una potencia máxima de 1063 caballos, una cabina pegada al suelo y tecnología de F1.
Es más, el AMG One ni siquiera sudó al apoderarse del título de auto de producción más rápido en el Nürburgring. Tanto poder requiere hasta una línea de producción especializada, que fue establecida en Inglaterra; misma nación donde el equipo de F1 tiene su base y construye sus propios motores. Vaya forma de gastar tres millones de dólares de la nada y porque sí.