Como todo lo bueno toma tiempo, Honda esperó antes de darnos todos los detalles del Civic Type R. Con eso pudimos confirmar que los japoneses siguen siendo igual de meticulosos para afinar un auto, más aún cuando se trata de un deportivo tan icónico. Que su apariencia civilizada no lo engañe, el Civic Type R sigue siendo capaz de pegarle un susto a un piloto profesional con sus capacidades. Al menos, eso pensamos al saber sus detalles de cerca.
El Type R más potente… hasta ahora
El subtítulo no es una exageración. Gracias a los ajustes que Honda le hizo al motor K20C1, el último Civic Type R es uno de los vehículos de producción más potentes que hayan vendido. En esa categoría sólo lo superaría el NSX Type R (y sí existió, en Japón) y el actual NSX híbrido. El motor de 2 litros turboalimentado es el mismo de la generación pasada, pero ahora entrega 315 hp y 420 Nm de torque, eso son 9 hp y 20 Nm más que la versión pasada. Para que este aumento no fuera desmedido y no pusiera en riesgo la confiabilidad, los ingenieros trabajaron de más para ajustar varios aspectos del Civic Type R.
Prueba de ello es la experimentación con todo tipo de detalles y en diferentes trazados para poner a punto y darle más picante al Honda Civic Type R. Por ejemplo, experimentaron con entradas de aire más grandes, escapes más eficientes, radiadores más grandes, parrillas de mayor flujo y hasta en el número de palas en el turbocompresor. El resultado es la potencia de arriba y, de paso, un récord en Suzuka. La transmisión sigue siendo manual de 6 velocidades, lo que este auto amerita, pero el volante de inercia (o flywheel) es nuevo. Además, mejoraron el sincronizador de revoluciones o rev matching.
Manejo preciso al milímetro
Otro de los detalles para tener en cuenta del Honda Civic Type R es que su estructura es más rígida. El chasis es más estable que antes y es más grande, con 3.5 cm adicionales en el largo y 2.5 cm más ancho. La suspensión mantiene el esquema multibrazo en la parte de atrás y de puntal con doble eje en el frente. Esta suspensión se ajustó para ser más precisa y al mismo tiempo más suave. La idea es hacerlo más civilizado, tanto en su diseño como en su comportamiento. Además, para dominar el Nürburgring no se necesita una suspensión rígida, sino que funcione bien en una superficie con baches, algo que un rival como el Golf R sabe muy bien.
Por dentro, también hay algunos detalles interesantes. Por ejemplo. Los pilares A son más delgados y los asientos siguen siendo rojos, pero son nuevos y más confortables. Los gráficos del tablero de instrumentos son más limpios y fáciles de leer. La pantalla central de 9 pulgadas es táctil y conserva la perilla del volumen, algo que cada vez se hace más indispensable. Tampoco puede faltar la conexión a Apple CarPlay y Android Auto, el cargador inalámbrico y el sonido Bose. Lo único que falta saber es la velocidad máxima y la aceleración, pero esos detalles queremos experimentarlos en persona, tal como hicimos la última vez.