Era natural que el siguiente paso para el Mazda CX-50 era aceptar la hibridación. Más que una señal para reforzar uno de sus modelos más populares, es una indicación de lo que pronto recibirá el CX-5 en su nueva generación. Con un poco de ayuda de Toyota, Mazda presenta al CX-50 híbrido, versión que no sólo es más eficiente, también llega con algunos cambios sutiles y mejoras necesarias para ese “crossover aventurero” de Hiroshima.
Es cierto, el CX-50 híbrido es un modelo que acaba de debutar sólo para Estados Unidos, pero no dude por un segundo que Mazda no tiene planes más grandes. Con la importancia que tienen los modelos híbridos por estos días, en especial los crossovers, es cuestión de tiempo para que llegue a más mercados, entre ellos Latinoamérica. Ayuda que el CX-50 es de los pocos Mazda que se produce aquí cerca, en suelo estadounidense.
Japón y China en una sola camioneta
Mazda y Toyota tienen una relación bastante cercana, en especial porque la segunda posee un 5% de sus acciones. Ello da a una colaboración de beneficio mutuo y diferentes proyectos conjuntos. Como este, ya que el Mazda CX-50 híbrido no es una novedad como tal, ya que existía hace un tiempo en China.
La noticia es que llegó a Norteamérica, con una fuerte posibilidad de extenderse por otros mercados. En esencia, este modelo es lo que ocurre cuando se fusiona a un Mazda CX-50 con una Toyota RAV4. En lugar del tradicional motor Skyactiv, una unidad ciclo Atkinson también de 4 cilindros y 2,5 litros ocupa el frente del CX-50.
Propulsor que recibe ayuda de tres motores eléctricos y una transmisión automática eCVT, para una potencia combinada de 219 caballos y 279 Nm de par. Y sí, la tracción es total y no delantera, para seguir la temática aventurera del CX-50.
Eficiencia para la aventura
Mazda promete que este motor es mucho más eficiente que el CX-50 con motor aspirado, con aceleración similar a la versión turbo. Además hay varias novedades en la manera que todo el sistema entrega la potencia, calibrados a los modos Sport y Off-Road del CX-50.
La marca también ajustó la insonorización del modelo, la sensación de la suspensión y la dinámica del chasis, novedades que también aplican al resto de CX-50. En el caso del modelo híbrido, se consideró el peso adicional de las baterías y tres motores para ajustar la dinámica de la suspensión, dirección y la estabilidad del chasis, por ejemplo.
Al menos en EE.UU., serán tres las versiones del Mazda CX-50 híbrido: Preferred, Premium y Premium Plus. Variantes que se ubican en el espectro medio-alto de versiones del CX-50, con el equipamiento que ya conocemos bien en otras versiones. Sólo brillan por su ausencia el paquete Meridian con más detalles aventureros.
La unión hace la fuerza
El objetivo de Mazda con el CX-50 es finalmente entrar a ese segmento híbrido que tanto les ha costado romper. No porque Mazda no tenga modelos de estas características, sino porque la mayoría de modelos son de índole ligera. Como los CX-60 y CX-90, que por defecto tienen esta hibridación y como opción pueden ser enchufables.
Este CX-50 se ubica por debajo de esos dos modelos, con un sistema híbrido más convencional y atractivo, flotando en el rango de los 33 a 40.000 dólares americanos. Y sería lógico que pronto llegue a más mercados, dado que es el único modelo híbrido convencional en el portafolio global de Mazda.
A Mazda parece funcionarle la estrategia de unirse con otras marcas para dar pasos hacia la electrificación, particularmente si es de orígen asiático. Así que no dudamos que el CX-5, cuya tercera generación está a la vuelta de la esquina, siga una estrategia similar que llegue a todos los mercados donde Mazda está presente.