La buena noticia es que ante la inminente partida del Mirage, Mitsubishi tiene un nuevo auto compacto de entrada con un equipamiento relativamente atractivo. Además de revivir un nombre histórico que se ha turnado la labor de “Mitsubishi más pequeño” con la nomenclatura Mirage. Lo malo es que el nuevo Mitsubishi Colt no es más que un Renault Clio con otro logo, algo que no es el fin del mundo, pero nos pone a cuestionar cuándo fue que todo se tornó así para una de las marcas japonesas más queridas en los años noventa.
Como demostración, al igual que pasó con el Mitsubishi ASX, el Colt literalmente tiene el mismo diseño del Renault Clio. Hay muy pocos cambios para notar, y lo curioso es que la marca de los tres diamantes ofrecerá este modelo en Europa, mercado principal del Clio. Es una decisión extraña, ya que el nuevo Colt encajaría bien en mercados emergentes de Asia (como Tailandia, Indonesia o India) al igual que Latinoamérica. Tal vez lo hagan, pero Mitsubishi no dio muchas indicaciones que ofrecerán al Colt fuera del Viejo Continente.
Para ser un clon se ve bastante bueno
El nuevo Renault Clio es sorpresivamente interesante y bien equipado, y hay que admitir que el Mitsubishi Colt no se queda atrás. Es un hatchback que cumple con todo lo de un auto de su segmento debería. Por el lado de los motores hay varias opciones frugales y de bajo consumo, iniciando con un motor tricilíndrico de 1 litro que produce 66 hp y 95 Nm de torque. Ese mismo motor recibe un turbo para ascender a 90 equinos y 160 Nm de torque.
Si eso no es suficiente, Mitsubishi usa el propulsor 1.6 E-Tech de Renault con dos motores eléctricos, otorgando 141 caballos de potencia combinada. Al igual que el Clio usa una caja CVT, aunque los modelos más básicos usan una transmisión manual de cinco o seis velocidades. Estos también tienen frenos de tambor atrás, aunque los discos aparecen en el Colt híbrido. Por cierto, esta variante es capaz de un 0 a 100 km/h en 9.3 segundos, y una velocidad tope de 180 km/h, que no suenan espectaculares pero vienen con algo de diversión y eso es algo que le hace falta a Mitsubishi.
En materia de diseño Mitsubishi apenas cambia un poco la parrilla frontal y nada más. La casa japonesa no hace ningún intento por disfrazar al Colt, usando los mismos LED diurnos al frente que imitan el rombo de Renault. Tampoco es que necesiten esforzarse, ya que Renault se encargará de ensamblar al Colt y lo único que tiene que hacer Mitsubishi es enviar un cargamento de logos. Es una estrategia efectiva en materia de costos, y que posiblemente sirva de trampolín para otros modelos en el futuro, como un Colt Ralliart con verdadero pedigrí y desempeño.
Un “Mitsu” compacto como los viejos tiempos
En el interior es la misma historia, Mitsubishi no necesita hacer magia en el Colt para diferenciarse del Renault Clio. Los modelos más completos poseen un sistema de sonido premium Bose, clúster digital de 7”, una pantalla central de 10”, cámara 360º y volante calefactado. En materia de seguridad el Colt más completo posee monitoreo de punto ciego, alerta de tráfico cruzado, asistente de parqueo y para todos los modelos hay control crucero y asistente de mantenimiento de carril.
Las variantes más sencillas tienen una pantalla más pequeña, pero ese es el punto. Es un auto de entrada que luce mucho mejor que el Mirage, y que puede representar ganancias importantes para la marca. Quizá eso los persuada de traerlo a Latinoamérica, y de desarrollar más modelos compactos que sean potencialmente divertidos, como los viejos tiempos.
