No tratemos de ocultar la verdad: Opel es una marca alemana (o británica, si habla de Vauxhall), pero su alianza con Citroën y Peugeot es evidente. Es la mezcla de todos esos mundos: ingeniería francesa y alemana con el sello de Stellantis. El nuevo Opel Frontera, primer lanzamiento de la marca en 2024, no esconde su parentesco con otros productos de Peugeot, como el 2008 y Citroën, con el futuro C3 Aircross.
Casi parece apropiado, porque toda su vida el nombre Frontera con insignia Opel o Vauxhall tuvo ADN de otras marcas. Su encarnación original era japonesa, cortesía del Isuzu Amigo o Rodeo y ahora cambia de nacionalidad drásticamente. Y sí, este modelo también marca el regreso de este nombre además de relevar al Crossland, pequeño crossover que aún llevaba las marcas del pasado de Opel y su tutelaje de General Motors. De una forma peculiar, este es otro momento en el que Opel pasa la batuta a una nueva generación.
Esfuerzo francoalemán
Claro que ya teníamos un gran spoiler de lo que sería el Opel Frontera 2024, gracias a los magos de internet. Es más, Opel aseguraba que sería 100% eléctrica sin alternativa a nada más pero, como se ha visto en sus gemelos de Stellantis, el motor a combustión prevalece a pesar de todo.
Así pues, el nuevo Frontera viene con la elección de un motor híbrido ligero, seguramente aquella unidad 1,2 turbo de 134 hp con un sistema de 48 voltios presente en el Peugeot 2008, Fiat 600, Jeep Avenger, Lancia Ypsilon y Alfa Romeo Milano, por mencionar algunos.
Su otra versión es 100% eléctrica y, similar a aquellos parientes de Stellantis, usará un motor eléctrico en el eje frontal que entregue 154 hp y una autonomía por encima de los 400 a 450 km. Opel no nos quiso confirmar la naturaleza de ambas versiones del nuevo Frontera, así que tendremos que esperar a otro momento de 2024 para estar 100% seguros. Incluso una variante frugal equivalente al Citroën e-C3 con batería y motor más pequeños estaría en los planes.
Mezcla futurista, ruda y práctica
El nuevo Frontera utiliza la plataforma eléctrica pequeña de Stellantis, adornada con la filosofía de diseño Vizor de Opel. Es decir, un frente cuadrado con ese bisel negro que adorna la parrilla, conteniendo el logo de la marca y unos faros en forma de L horizontal. Diseño acompañado por un techo negro, colores vistosos y algo de minimalismo en sus trazos cuadrados.
Atrás emerge un diseño bastante peculiar, con luces de doble nivel que emergen de un pilar C flotante y un paso de rueda algo musculoso. Opel fue hermético con sus dimensiones también, aunque si tuviera que adivinar el Frontera debe rondar los 4 a 4,2 metros de largo, con una distancia entre ejes de 2,5 metros. Muy similar a su antecesor, el Crossland.
Opel dio fuerte énfasis a los detalles de su cabina y equipamiento. Como el baúl de 460 litros, espacio ampliable a 1.600 lt. O el cuadro de instrumentos y entretenimiento integrados en una sola unidad, con dos pantallas de 10”. O los materiales ecológicos de los asientos, el diseño angular del tablero, las gavetas de almacenamiento, sus puertos USB tipo C y carga inalámbrica. El detalle más notable son sus sillas inteligentes adelante, que son más ergonómicas y ayudan a corregir la postura.
Por ahora esos son los únicos detalles que Opel quiso revelar del Frontera, prometiendo que revelarán más datos en otra fecha de 2024. Definitivamente es un crossover moderno, de eso no hay duda. Uno con ADN francés y alemán dictando su figura atlética y robusta, sugiriendo que el Frontera es más grande de lo que realmente es.