Últimamente Toyota tiene una curiosa fascinación por los convertibles. Es como si intentasen decir algo, como si un biplaza convertible que se llame MR2 (o incluso Celica) fuera una buena idea a futuro. Tal vez es un pensamiento idealista, pero lo que sí es cierto es que Toyota decidió crear un convertible de cuatro puertas usando al nuevo Crown sedán-crossover como punto de partida.
¿Lo mejor? No es el único descapotable de este corte, ya que lo acompaña el nuevo Century SUV con una espectacular vista a cielo abierto. No espere que estos dos convertibles lleguen a las vitrinas de Toyota, porque son proyectos únicos e irrepetibles. Y, en el caso del más lujoso Century, su propósito es llevar a campeones de sumo en desfiles y eventos especiales. Parece una broma pero es verdad, así de peculiar es Japón.
¿El rey de los convertibles?
¿Para que Toyota se tomó la molestia de crear un Crown convertible? Porque pueden y son japoneses. Los ingenieros de la marca querían un nuevo reto y decidieron adaptar al Crown, que es este amalgama entre un sedán tradicional y un crossover, en un descapotable lujoso para eventos especiales y llevar personajes importantes.
Proceso que exige reforzar el chasis e integridad estructural del Crown, dada la ausencia completa de techo y pilares B y C. El proyecto fue un éxito y el Crown es justo lo que se imagina: un sedán con algo de lujo que se puede disfrutar a cielo abierto sin ningún problema, especialmente en un desfile. Una cubierta especial sirve como adorno que cubre la zona trasera y que esconde el lugar donde alguna vez estuvo el vidrio trasero.
No es la primera vez que Toyota crea un convertible de cuatro puertas: el Emperador de Japón posee un Century sedán descapotable y, si usted es lo suficientemente importante en Japón, seguramente Toyota lo llevará a pasear en este Crown. Modelo que permanecerá como un proyecto único, ya que Toyota no tiene planes de llevarlo al mercado para replicar la rareza del Nissan Murano CrossCabrio. Ya hay suficientes variantes del Crown y con estos dos convertibles es suficiente para desfiles que involucren políticos, ídolos musicales o luchadores de sumo.
