Volvo tiene la mira puesta al futuro. Una muestra de este compromiso es el Volvo Concept Recharge, un vehículo eléctrico que no se conforma con sólo utilizar un motor a electricidad; sino que incorpora una serie de innovaciones y cambios en el diseño para que desde Suecia exclamen “esto es lo que usted va a manejar mañana”.
Una aclaración, el nombre suena un poco extraño. Usualmente, la palabra “concept” va al final de los títulos que tienen los prototipos de las marcas. ¿La razón? Volvo ya utilizó el nombre “Recharge Concept” para bautizar un C30 eléctrico, presentado en 2007. Para evitar confusiones, simplemente invirtieron ambas palabras y voilá: nace el Concept Recharge.
El clásico ladrillo de Volvo modernizado
Como es de esperarse, el Volvo Concept Recharge utiliza un motor eléctrico, pero este no es el enfoque de este prototipo, al menos para la marca. De hecho, en su comunicado de prensa, poco se habla del motor eléctrico y de cuánta potencia desarrolla y la información usual. Por el contrario, Volvo hace énfasis en la creación de una arquitectura exclusiva para un vehículo eléctrico, opuesto a la mayoría de vehículos actuales que utilizan la base de un auto a gasolina o diésel para integrar baterías. Eso, y la implementación de la tecnología en el habitáculo.
En términos de diseño, Volvo denomina a este prototipo como un SUV; una mirada a cómo sería el sucesor del XC90. Pero yo no estoy de acuerdo. Para mí, este concept car es una interpretación moderna de los clásicos “ladrillos suecos” que Volvo produjo entre los años 70 y 90, como el Volvo 240 o el 850. Visto así, la silueta de station wagon del Concept Recharge tiene mucho más sentido. Además, la longitud de la carrocería y la mayor anchura entre las ruedas permiten acomodar las baterías de manera más eficiente, liberando espacio en la cabina.
Volvo integra una nueva filosofía de diseño, con líneas más limpias y aerodinámicas, con la premisa de “menos es más”. Al frente Volvo elimina la parilla frontal, optando por un rostro más limpio. Las luces integran el diseño de “Martillo de Thor”, con un truco bajo la manga: Las luces permanecen cubiertas con unas “pestañas” hasta que el vehículo detecta que son necesarias. Atrás, una serie de alerones cubren las luces posteriores, funcionando como dispositivos aerodinámicos para reducir el arrastre.
Integrado al ecosistema digital
En donde Volvo realmente deposita sus esfuerzos es en la tecnología y la cabina. Aprovechando que la marca sueca fue la primera en unirse a Android y su interfaz Automotive OS, Volvo presenta un auto que parece más una amplia sala de estar con un PC Gamer de más alta gama posible. A los ojos de la compañía sueca, este es el futuro de la interfaz y conectividad del transporte terrestre.
Tener pantallas es inevitable, pero es la forma en la cual están presentadas y las posibilidades que estas brindan al conductor donde destaca el Concept Recharge. Una pantalla enorme ocupa el centro del tablero, minimalista en diseño. Esta, con interfaz de Android, posee cuatro secciones de información: navegación, widgets personalizables, accesos directos y barra de herramientas. Sin embargo, lo más destacable son los comandos de voz, para permitirle al conductor controlar el centro de infotainment sin quitar sus ojos del camino.
El tablero de instrumentos también lo ocupa otra pantalla, que incorpora un sistema LiDAR que monitorea el entorno del Concept Recharge, mostrando información como proximidad, obstáculos, ruta actual, carga y señales de tránsito. Lo más interesante es la “llave” de este Volvo. La idea es utilizar nuestro teléfono como llave para encender el auto, además de controlar y monitorear sus sistemas. Todo con el fin de crear un ecosistema digital que integre un vehículo a nuestro hogar y dispositivos.
Quizá Volvo no produzca el Concept Recharge, pero sirve de abrebocas e inspiración para futuros modelos eléctricos. No sería descabellado ver un nuevo SUV o station wagon que utilice el diseño e ideas que este prototipo coloca sobre la mesa del futuro del automóvil.
