Porque las conexiones de un vuelo a otro no tienen que ser aburridas, ni tampoco lentas. En un aeropuerto es común encontrar vehículos peculiares, usualmente para remolcar aviones, transportar equipaje o esos camiones con un elevador para subir el catering al vuelo. Nada, absolutamente nada, se acerca al vehículo que Delta Airlines posee en su flota: un Porsche 911 GT3 RS.
Está bien, quizá aquel Lamborghini que trabaja en un aeropuerto italiano se acerca. O esos vehículos que usó Top Gear alguna vez para una carrera de aeropuerto. La gran diferencia es que, si tiene una conexión de vuelo urgente, Delta podría dejar que se suba a este Porsche 911 GT3 RS. Una forma eficaz de atravesar todo un aeropuerto a toda velocidad, si me lo pregunta.
Transporte VIP en un Porsche alado
Esta es una alianza entre Delta Airlines y Porsche, con la marca alemana proporcionando un flamante 911 GT3 RS rojo al igual que un par de Cayenne. Todos residentes del bullicioso aeropuerto de Los Ángeles, al que a diario llegan cientos de vuelos, muchos de ellos con conexión a otro vuelo inmediato.
Por supuesto que es una herramienta de marketing, ¿qué otra aerolínea puede decir que tiene Porsche en su flotilla? Es cierto que este nine-eleven no podrá dar rienda suelta a toda la furia de sus 518 hp y sistema DRS, porque usted sabe hay normas de seguridad que cumplir en un aeropuerto. Aun así, usar un flamante 911 como transporte VIP en el aeropuerto de Los Ángeles es una forma efectiva de llamar la atención.
En esencia lo que Porsche y Delta hicieron fue replicar aquel comercial de un piloto de rally doblando como conductor de taxi en un Mitsubishi Lancer Evo, solo que en un aeropuerto real. Ya no tendrá excusas para correr por toda la terminal como un maniático, porque un representante de Delta con gusto abrirá la puerta de este 911 y le pedirá que se sujete para llegar pronto a su otro vuelo.
Y sí, es una estrategia por tiempo limitado para pasajeros selectos, pero no le quita lo impresionante a todo esto.
