Por si no lo sabe, Renault planea hace rato revivir al R5 como un auto 100% eléctrico, parte de un plan denominado “Renaulution”. De hecho, el prototipo de ese vehículo ya está dando vueltas en el mundo real, solo que con un camuflaje muy interesante. El asunto es que, cada vez que la marca quiere recordar al R5, lo hace mirando al pasado. Mire nada más al Renault 5 Turbo 3E Concept eléctrico, una creación que parece obra de Hoonigan y que tiene un único propósito: derrapar.
Lo que consigue Renault con ejercicios como este es hacernos desear un R5 clásico, pero en forma de restomod o algo así. Ya lo han hecho un par de veces, y también existen reinterpretaciones creadas de forma independiente. No me malinterprete, el futuro R5 se ve bien, pero 11 de cada 10 entusiastas prefieren la versión clásica, en especial si tiene la agresiva carrocería del modelo turbo y un alerón gigante.
Cohete “turbo-electrizante”
Tal parece que este 5 Turbo 3E eléctrico era el concept car al que Renault aludía cuando anunció sus planes para el Salón de París. Puede que le parezca una afrenta a todo lo bueno ver el nombre Turbo en un auto eléctrico, pero a este R5 le sobra desempeño. Su dúo de propulsores eléctricos envía 380 hp y 700 Nm de torque a las ruedas traseras, impulsando a este radical francés de 0 a 100 en 3.5 segundos. Con el pie pegado al piso alcanzará los 200 km/h, aunque sospecho que está restringido por un limitador.
Sin embargo, el detalle más interesante del Renault 5 Turbo 3E eléctrico es su modo drift. En efecto, esta máquina del Rombo vive y respira para andar de costado, gracias a su gigante alerón, enormes llantas y agresivo bodykit. Casi parece listo para subir Pikes Peak, recordándonos a cierto Suzuki Escudo de Gran Turismo. Claro, si sus baterías de 42 kWh lo permiten, aunque recupera toda su carga en 2 horas según Renault.
Oda a los videojuegos clásicos
Renault brindó una apariencia llamativa y juvenil al 5 Turbo 3E eléctrico. En concreto, se inspiraron en videojuegos de los ochenta y noventa, con colores vistosos, arte en 8 y 16 bit, y los faros clásicos del R5 pero con luces LED. El auto tiene una jaula antivuelco, capó en fibra de carbón, y un interior clásico con toques modernos, como 10 diales digitales en referencia al panel de instrumentos del R5 Turbo 2 original.
Los botones en la cabina tienen sutiles toques de máquina de videojuegos. “Free play” enciende el auto, “Turbo” es para derrapar, y “Donut” es para hacer donas y giros de 360°. Hay hasta un oso de peluche bautizado Drifty en la silla del pasajero. Imagino que los diseñadores de Renault tuvieron una excelente experiencia diseñando todos estos detalles.
Renault exhibirá este loco concepto en el Concurso de arte y elegancia de Chantilly el próximo 25 de septiembre, y es parte de una celebración mayor por los 50 años del R5. Así que posiblemente hay más creaciones locas en camino, y todas nos harán desear más al Renault 5 clásico que su futura versión eléctrica.
