Como lo sospechamos Ferrari decidió desnudar a uno de sus grand tourers más bellos de la forma en lo que solo Maranello sabe. No, no es un Ferrari sin carrocería, es el nuevo Roma Spider que desecha el techo para que experimente totalmente al aire libre la experiencia de tener un bello exótico italiano con un V8 rugiendo en el frente.
Eso es algo que Ferrari llama la dolce vita, o vida dulce para nuestra comprensión. Es una movida curiosa, ya que el Ferrari Roma emergió en 2020, que por si no lleva la cuenta fue hace tres años, y la decisión de un Spider después de tanto tiempo es extraña. Es una forma práctica de revitalizar al Roma, hacerlo relevante de nuevo e introducir un nuevo modelo sin tener que desarrollar desde cero algún concepto. Solo vaya a Photoshop, borre el techo, agregue algo de rigidez y listo.
Roma al desnudo
Como hablamos de italianos, el proceso que acabamos de describir es mucho más complicado, tiene copiosas cantidades de cannoli de por medio y demasiada atención al detalle. Ferrari tuvo que rediseñar la parte trasera del Roma, incorporando un techo suave retráctil que se pliega o despliega en 13 segundos y medio. Una cubierta en fibra de carbono con seguridad antivuelco y corte aerodinámico protegen el techo suave cuando se retrae.
Por cierto, es la primera vez desde el Daytona o 365GTS/4 (famoso por Miami Vice) que Ferrari coloca un techo suave en alguno de sus modelos. Y la razón por la cual existe el Roma Spider es para reemplazar al Portofino M descapotable, que ya está entrado en años. Los ingenieros de Maranello también se concentraron en eliminar el ruido del viento y otras minucias para que la experiencia al aire libre sea lo más refinada posible.
Existen dos butacas en la parte de atrás, convirtiendo al Roma en una especie de 2+2. Pero seamos realistas, nadie cabe en esas sillas a menos que doble sus piernas de forma cómica. Por todo lo demás el interior es el mismo del Roma, con un clúster digital y tablero de doble burbuja, entretenimiento vertical de 8.4” con toda la conectividad moderna y una consola central elevada. Alcántara, cuero y otros materiales prodigiosos adornan la cabina de este grand tourer descapotable.
Mismo corazón, más estilo
Con el Ferrari Roma Spider queda claro que este es un auto para ser visto, no para correr. No que su V8 con dos turbocargadores se quede corto en potencia, ya que ofrece la generosa suma de 612 caballos de potencia y 720 Nm de torque a las ruedas traseras. Una caja secuencial de 8 marchas administra su rugir y Ferrari promete que su velocidad máxima sigue siendo de 320 km/h, con el 0 a 100 km/h ocurriendo en 3.4 segundos. Es decir, quitar el techo no afectó en nada sus credenciales deportivas.
Un requisito para todo auto sin techo es la rigidez del chasis, que aumenta “unos kilitos” el peso del Roma. Pero se asegura que el auto no se desintegre al tomar una curva. A pesar de incluir una vasta cantidad de tejidos en el techo suave, Ferrari nos dice que su peso total apenas incrementó en 84 kg. Lo único que escondieron es cuándo estará disponible este Roma Spider, que podría costar cerca de 300.000 dólares. Seguramente antes de final de año lo veremos por ahí, y quizá tengamos la suerte de ver uno cerca a las oficinas de FUEL.