Mire nada más la hora, es tiempo de viajar a Japón y hablar de sus kei cars. En particular, uno de los más populares y vendidos en suelo nipón, el Honda N-Box que llega a su tercera generación y sigue siendo tan cuadrado como su nombre lo sugiere. Es bien sabido que en la tierra del Sol Naciente aman las minivanes, sean del tamaño que sean. Y francamente es impresionante que los fabricantes logren acomodar tantas cosas en un paquete tan pequeño.
La filosofía del Honda N-Box, nuevo o de generaciones pasadas, es ser una adorable “cajita” sobre ruedas. Para salir del asunto del motor, gobernado por las reglas de autos kei, estos se encuentran limitados a 660 centímetros cúbicos. Bajo esas reglas, el nuevo N-Box usa motores de 3 cilindros con ese cilíndrale que producen 57 o 63 hp, dependiendo si hay un turbo o no. Transmisiones CVT se encargan de llevar todo ese poder a las cuatro ruedas, o las ruedas delanteras.
Cajas literales sobre ruedas… con estilo
La sustancia del Honda N-Box, en versión estándar o custom, es su estilo y personalización. Honda mantuvo su apariencia cuadrada, con un rostro más moderno que luce faros LED con una apariencia redonda, o unos más finos junto a una parrilla cromada, imitando la apariencia de un Pilot o CR-V.
En cuanto a los costados, hay puertas corredizas y una parte trasera con faros LED más finos. Para este modelo estándar Honda ofrece un paquete “fashion style” que añade rines retro con embellecedores del color de la carrocería; además de espejos y manijas de las puertas con un color distinto.
El modelo Custom es el “lujoso” en la línea del Honda N-Box, con una parrilla más elegante, acentos en cromo, techo de color negro, rines oscurecidos y faros traseros con plástico transparente. Como es común en Japón, Honda ofrece todo tipo de accesorios pequeños para personalizar al N-Box. Estos incluyen estribos cromados o de otro color, rines de 14″, faros antiniebla y hasta iluminación ambiente. El más notable es una rampa de acceso en la compuerta trasera para sillas de ruedas.
Aprovechando al máximo el espacio
Su interior es sorpresivamente grande para un vehículo que no supera los 3.3 metros de largo. La pantalla de 9” es más grande que el mismo N-Box y posee todo el entretenimiento y asistencias de seguridad (Honda Sensing) que necesita un auto moderno.
El detalle más notable es la cantidad de gavetas y espacios para guardar todo tipo de cosas. Los hay en las puertas, junto a la pantalla, bajo la palanca de cambios y Honda incluso agregó portavasos para cada una de las plazas. Hay autos más grandes que tienen el mismo número de portavasos, si no es que tienen menos.
La cabina tiene acabados de tela y plásticos con colores claros para el N-Box estándar, o con mucho cuero y plásticos suaves para el modelo Custom. Es un auto curioso, con un diseño atractivo y muy llamativo que lastimosamente sólo será para Japón. Tal vez algún día las marcas niponas vean que los kei cars tienen el potencial de vender bien en ciudades con calles estrechas o en zonas donde los autos pequeños son bien recibidos, como Latinoamérica.
