Debido a la pandemia muchos fabricantes se vieron obligados hacer reajustes en sus planes. Por parte de Jaguar Land Rover la reestructuración empezó con desistir de la construcción de varios modelos. De hecho, también se conoce que retrasó la fabricación de ejemplares 100% eléctricos hasta 2024 y reducirá la producción total en un 25%. Todas estas son acciones con el fin de revertir su problema financiero. El cual aparentemente se debe, en su gran mayoría, a que Jaguar y Land Rover están perdiendo unas 100.000 ventas al año por la percepción negativa que tienen los clientes en cuanto a su calidad.
La compañía inglesa había dado a conocer hace unas semanas su plan «Reimagine«, que como se dijo, es la hoja de ruta para manejar la crisis que atraviesa. Claramente solo conocimos las acciones para disminuir la situación, y nos imaginamos las razones. Sin embargo, ayer conocimos la que sería la principal causa de los problemas de JLR. Thierry Bollore, CEO del fabricante, le dijo a Automotive News que: «La insatisfacción de nuestros clientes fue realmente perjudicial para nuestro volumen natural de ventas. Las oportunidades perdidas hoy, son enormes. Son más de 100.000 ventas las que no pudimos realizar». Unos números que a cualquier fabricante automotriz pone en aprietos.
Destellos de mejora
No es un secreto que Jaguar y Land Rover tienen una percepción negativa en cuanto a la calidad de sus vehículos y por eso pierden ventas. Si miramos la última encuesta de calidad realizada por JD Power en Estados Unidos, las dos compañías se encuentran entre las cinco marcas con peor desempeño. Pasará un tiempo para cambiar la mentalidad de la gente aunque, según Bollore, ya se empiezan a ver algunos avances. Él les dijo a los inversionistas en una llamada el viernes que la insatisfacción de los clientes se encuentra en «mínimos históricos» para los modelos 2021.
Thierry también señala las correcciones que se tomaron para disminuir esa percepción: «Estamos reduciendo enormemente la complejidad de nuestros vehículos. El resultado será que menos cosas saldrán mal porque el proceso no será tan complejo». Por ahora, los costos de garantía le están dando la razón al CEO. Los números indican que, de marzo a diciembre de 2020, JLR gastó unos 680.000 dólares en reclamos de garantía y reparaciones en Estados Unidos. Siendo esto la mitad del dinero que gastó en el mismo periodo del 2019.
