Este realmente fue el día de los vehículos aventureros. No obstante, Mitsubishi decidió abordar la tendencia de forma distinta, aplicando este tratamiento a un auto diminuto. Se llama Delica Mini y es un kei car con una apariencia ruda en un paquete compacto con el sello de Mitsubishi. Porque para viajar o irse a acampar no se necesita un vehículo gigante.
Esa es una de las cosas más asombrosas de la industria japonesa. La habilidad de colocar tantos elementos llamativos en un formato diminuto. El nuevo Mitsubishi Delica Mini parece tomar cierta inspiración de dos conceptos que exploramos hace un tiempo: El Delica D:5 Tough x Tough y K-EV Concept Style. Solo que el Delica Mini usa un rostro mejor logrado que ignora la imagen corporativa de Mitsubishi, recordando el frente de un Jeep o Montero clásicos.
La aventura también viene en tamaño pequeño
En apenas 3.39 metros de largo Mitsubishi logra crear una van familiar con puertas corredizas y elementos robustos característicos de un 4×4. El Delica Mini tiene hasta tracción en las cuatro ruedas, y puede que sus 52 hp no sean espectaculares pero ciertamente tienen lo suyo para desenvolverse en terrenos destapados. La suspensión, nos dice Mitsubishi, ofrece amortiguadores adaptados especialmente para absorber baches e irregularidades de un camino sin asfaltar.
También hay una opción con turbo que eleva la diversión a 63 hp, el máximo permitido por las normativas que gobiernan los kei car. Rines de 14 o 15”, placa de deslizamiento, molduras laterales, rieles de techo y una cabina con materiales a prueba de los elementos son apenas algunos de los detalles que ofrece el nuevo Delica. Y para demostrar que va en serio, este mini auto tiene control de descenso (algo clave en un 4×4) y control de tracción con agarre variable en terrenos difíciles. Su planta motora también es híbrida, y como es típico en Japón, hay un sinfín de accesorios para personalidad su imagen o interior.
Quizá lo único malo es que use una caja CVT para administrar los 52 o 63 caballos que ofrece el Delica, y que hay opciones de tracción delantera “más mundanas”. Ah, y que un auto así jamás dejará Japón, y es una lástima. Porque mientras occidente recibe Mitsubishis cuya identidad se ve manchada por la alianza Renault-Nissan, con casos bastante extremos; kei cars como este son el último vestigio de la verdadera identidad de Mitsubishi, un pequeño rayo de luz para mostrar que la casa de los tres diamantes aún es divertida.
