Desde una perspectiva casual, concebir, diseñar, probar y ejecutar un auto exótico parece tarea titánica. En parte porque las marcas insisten en agregar nuevas tecnologías y materiales mucho más caros que los de un vehículo común y silvestre. De acuerdo a Volkswagen es todo lo contrario, ya que el equipo de diseño de la marca aseguró que crear y diseñar autos pequeños es tarea más demandante que hacer un vehículo premium.
Si lo piensa tiene sentido pero dejaremos que la gente del Grupo Volkswagen explique por qué es más complicado crear autos pequeños. Algo de contexto: Andreas Mindt, quien fuese jefe de diseño de Bentley, recientemente se pasó al equipo de Volkswagen. Charlando con nuestros colegas de Top Gear al respecto, Mindt explicó por qué es más difícil crear un Bentley que un Volkswagen citadino.
Así que un Golf es más intrincado que un Continental…
En esencia el hombre sugirió que al crear algo como un Bentley Mulliner Batur no hay muchas restricciones en sus dimensiones y lo que puede incluir. Cuando se crea un exótico el cielo es el límite, o como Mindt lo pone: como patear un penalti sin arquero. Si lo piensa es cierto, pensar en todo lo que debe incluir un exótico no es complicado porque puede agregar luces extrañas y decir que es un concepto “futurista”, o hacer algo retro. En el interior sólo necesita añadir materiales exóticos y cosas que autos normales no tienen como apertura electrónica de puertas, sombrillas o hasta dijes en oro.
Mindt trabajó en el ID.2all concept, que en esencia es el próximo Golf, y cuyo diseño fue completado en seis semanas. El diseñador asegura que fue todo un reto, todo el equipo tuvo que trabajar fuerte para completar el auto. Y es que considerando la restricción en tamaño, el límite de costo que sería de 25.000 euros y las demandas del mercado de compactos, que es infinitamente más reñido y popular que el premium, sus palabras cobran sentido.
Cuestión de mercados y límites
Convencer a un millonario de comprar otro Bentley o Rolls-Royce es fácil. Pero presentarle a las masas un compacto y persuadirlos que su city car es mejor que los otros 15 en el mercado no es tarea fácil. El interior tiene que ser práctico y de buenos acabados, los controles fáciles de usar, el equipamiento debe ser el justo sin ser muy frugal o excesivo. La apariencia tiene que ser llamativa para colocarlo por encima de la competencia, y después de todo eso debe vender un mínimo para que la marca lo considere un éxito.
Entonces lo que dice este ejecutivo de Volkswagen es, al final del día, cierto: diseñar autos pequeños es difícil, es todo un arte poco apreciado. Considerando que los vehículos compactos y cotidianos representan la mayoría del portafolio de una marca como Volkswagen, sentarse todos los días a diseñar conceptos ganadores es toda una hazaña.
Así que cuando conduzca su Nissan March, Volkswagen Gol o Mazda 2 piense lo siguiente: el diseño de su nave tiene más mérito que el de un Bugatti.