Para la compañía Shelby Supercars, lograr un récord de velocidad comprobable de 300 millas por hora se ha convertido en una obsesión. Este 17 de enero, SSC lo intentó por tercera vez con el Tuatara y, aunque no logró la meta de los 482 Km/h, sí pudieron superar la marca impuesta por Koenigsegg en el 2017, logrando una velocidad promedio de 455 km/h, un récord certificado por una compañía de telemetría. Esta vez, Jerod Shelby no dejó nada al azar y se encargó de que no hubiera forma de refutar este logro.
La tercera es la vencida
En esta ocasión, SSC no pudo alcanzar el mágico número de las 300 millas por hora por 3 grandes problemas. El primero fue el lugar, pues tuvieron que hacerlo en el Centro Espacial Kennedy, en la Florida. Esto quiere decir que ya no podían usar los 11 kilómetros de vía pública en Nevada, sino que tenían que conformarse con los 3 kilómetros de la pista de aterrizaje de la NASA. El segundo problema fue el piloto, pues en lugar de Oliver Webb, quien estaba al volante era Larry Caplin, un conductor sin experiencia profesional y dueño de la unidad de pruebas.
El tercer problema fue tener que reducir la potencia del SSC Tuatara para que Caplin pudiera aclimatarse en las pruebas. En las 2 primeras pasadas el motor V8 Twin Turbo de 5.9 litros estaba unos 300 HP por debajo de su potencia máxima de 1.750 HP. Aun así, con todos estos problemas, SSC logró que el Tuatara hiciera las 2 pasadas reglamentarias y obtuviera su récord certificado. La velocidad promedio fue de 455.3 km/h y la velocidad más alta fue de 460.4 km/h.
Un récord sin lugar a dudas
A lo que nos referimos cuando hablamos del récord de velocidad certificado del SSC Tuatara es que, literalmente, hay un certificado. Jerod Shelby llevó varios equipos de medición para que las velocidades fueran exactas. Hablamos de equipos de marcas como Life Racing, Garmin, IMRA y Racelogic con el VBOX. Este último envió un técnico llamado Jim Lau para cerciorarse de que las medidas fueran exactas. Después de batir el récord de velocidad, Lau y Racelogic emitieron un documento certificando la veracidad de los números publicados. Recordemos que este sistema es el más reconocido en lo que a medidas de velocidad se refiere.
Con este soporte, el SSC Tuatara es oficialmente el auto más rápido del mundo, al menos hasta que alguien encuentre otro error en los datos. Pero la historia no acaba aquí todavía, ya que queda pendiente alcanzar las 300 mph o 482 km/h, ese límite dorado que Shelby ha perseguido con tanto empeño.