Es casi que un requisito para las mentes de Volkswagen tener dos o tres ediciones especiales del Golf por año. La primera de 2023 se había tardado un poco, pero eso era porque Volkswagen no tenía la suficiente pintura amarilla. Con un aspecto de Bumblebee, el Volkswagen Golf R 333 es esa edición especial que se toma la corona de Golf más potente de la historia, al menos de producción.
Ni siquiera es sacrilegio decirle Bumblebee, porque aquel Autobot fue por un buen tiempo un VW Beetle clásico, y el Golf es el sucesor de ese modelo. Excluyendo al Golf W12 que funcionaba (a medias) no existe otro Golf más potente que este. Por eso es que como su nombre lo indica, solo 333 unidades se producirán para mantener su estatus coleccionable, al menos por un tiempo. Ya veremos el próximo año si la edición especial supera sus números antes de convertirse en un auto eléctrico.
El otro Golf más poderoso de la historia
333 también es la potencia del Volkswagen Golf R 333, medida en PS. Para nosotros ese número se traduce a 245 kW, o 328 caballos de potencia; con un par motor de 420 Nm. Números idénticos que el Golf R 20 años, pero le damos el título de más poderoso al 333 porque todos saben que un auto amarillo es más rápido que uno blanco. Como cualquier otro Golf R, esta edición usa una caja DSG secuencial de 7 marchas con levas en el volante.
El sutil incremento en poder es gracias a ligeros ajustes en la respuesta del turbo y acelerador, desbloqueando 13 hp adicionales. Gracias a ello el Golf R 333 va de 0 a 100 km/h en 4.6 segundos y su velocidad máxima es de 270 km/h. El más ruidoso escape Akrapovič también contribuye a que este sea el Golf más rápido de la historia.
Naturalmente Volkswagen lo dotó con todos los juguetes posibles, desde vectorización de torque, suspensión activa, gomas semi lisas y rines de 19”. Dos modos de manejo especiales también se suman a la mezcla, igual como ocurrió con el Golf R 20 años. Estos son los modos Drift y Special, el último permitiendo que usted se crea ingeniero y juegue con la respuesta del acelerador, la estabilización de la suspensión y otras minucias.
“La banana voladora”
Sin duda lo más llamativo del Volkswagen Golf R 333 es su tonalidad. La marca lo llama verde lima metálico, aunque decirle banana acarrea más personalidad. Este color está contrastado por acentos negros en los costados, alerón y techo, de ahí que le llamemos Bumblebee. El mayor contraste está en el amarillo de la carrocería, los rines Estoril negros y las mordazas de los frenos en el color azul que identifica a los Golf R.
Su interior es predominantemente negro y tiene luz ambiente ámbar, tono que también domina el clúster y pantallas. Una placa al costado del pasajero numera cada uno de los 333 Golf R, y Volkswagen nos dice que es la primera serie numerada del modelo en sus dos décadas de historia. Como buen hot hatch, su color y desempeño lo harán destacar a donde quiera que vaya; pero lo que no es tan hot hatch es su precio, que excede los 76.000 euros.