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El advenimiento de los autos eléctricos puede enojar a algunos, que descartan la energía eléctrica como una alternativa válida con frases como “es que no hace ruido”, o “nada como la combustión interna», entre otras excusas proto-nostálgicas que fallan en establecer un punto lógico. Lo que pueda quedar de esa colección de argumentos se viene a tierra cuando consideramos que las baterías no sólo mueven autos mundanos, sino los dream cars del futuro, esos que probablemente reemplazan en los pósters a los 959, Countach o F40 y signifiquen la salvación del automóvil como objeto de deseo para millennials y centennials, obsesionados con los smartphones y demás.

Siguiendo esa línea de pensamiento, encontramos que el Salón de Ginebra 2019 es el punto de entrada para los exóticos a baterías que cambiaran el automóvil como lo conocemos hoy. Uno de esos vehículos es de una nonagenaria marca italiana llamada Automobili Pininfarina. Si, hablamos de la misma casa de diseño, famosa por las carrocerías con las que ha “vestido” a Ferrari, Peugeot, Alfa Romeo, Lancia, Ford, General Motors, Jaguar, Maserati, Fiat y Cadillac, entre muchas otras marcas.

El carro en cuestión se llama Pininfarina Battista, un homenaje al fundador de la marca, Battista “Pinin” Farina, quien instaló su empresa en la ciudad de Cambiano un 23 de mayo de 1930. La creación del Battista fue posible gracias a la adquisición del 70% de una Pininfarina en crisis por parte del Mahindra Group.

La firma italiana reclutó un equipo de ensueño conformado por diseñadores e ingenieros provenientes de firmas como Porsche, Ferrari, Pagani, Lamborghini, Fórmula E, BMW y Fórmula 1 para hacer realidad el auto que inicialmente se llamó PF0 en agosto del año pasado. El resultado de un año de trabajo se la nueva división de automóviles produjo al Battista, un hermoso auto biplaza de proporciones modernas, con un diseño espectacular en el que se fusionan claves de diseño de BMW, Porsche, Ferrari e incluso, algo de McLaren. Un sistema de aerodinámica activa al frente y los dobles alerones traseros está presente; estos últimos pueden actuar como aerofreno según la necesidad.

El chasis del Battista es un monocasco de fibra de carbono con paneles del mismo material para el exterior, todo en nombre del bajo peso y la inmensa rigidez torsional. Así mismo, cuenta con puertas que abren hacia arriba y adelante como las alas de una mariposa, ofreciendo fácil ingreso al interior, un lugar exquisito dominado por dos pantallas sensibles al tacto dirigidas hacia el conductor con los diversos controles del auto y en medio, un display con instrumentos digitales. El timón es el típico de un superauto, con parte baja plana y dos controles multifunción al alcance de los dedos. Incluso cuenta con un sistema de elevación que le permite pasar por resaltos y “policías acostados” con facilidad.

Pininfarina se alió con Rimac, la famosa empresa croata de superautos eléctricos, Pirelli y el equipo de Fomula E de Mahindra para obtener el saber tecnológico necesario que le permite al Battista lograr 450 kilómetros de autonomía y ¡1.900 HP! a las 4 ruedas gracias a sus motores eléctricos, convirtiéndose de facto en el automóvil italiano más potente de la historia. La velocidad máxima de este artefacto está en 402,34 km/h. En Ginebra, la firma de Cambiano llevará 3 ejemplares: uno color “Grigio Luserna” con detalles en aluminio anodizado, acentos en azul satinado e interior negro y café, una versión llamada “Iconica” con el conocido color azul de la marca y un tercer modelo color “Bianco Sestiere” con pintura perlada. Los tres tienen una placa conmemorativa que dice “Geneva 2019”.

Pocos podrán tener un Battista en sus garajes por dos razones, la primera es que se producirán solo 150 ejemplares, de los cuales ya la mitad están vendidos (las entregas inician en el tercer trimestre de 2020), lo que nos lleva a la segunda razón: cada ejemplar costará 2.27 millones de dólares. Pininfarina escogió golpear primero y fuerte, lo cual no puede sino ser beneficioso para el ecosistema del automóvil eléctrico de ultraalto rendimiento.

Sebastián Peñuela
Periodista automotor colombiano/piloto de pruebas en Fuel Car Magazine y Dictador Supremo de Bogotá Motor City. Llevo 11 años de conducir autos, amarlos y hablar de ellos. Sufrido propietario de una Citroën AX GTi.

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