Prepare sus antorchas porque este proyecto no caerá en gracia de muchos. Usualmente aquí miramos con algo de escepticismo y aprehensión estas conversiones eléctricas de modelos clásicos. Lo que ve aquí quizá cruzó la raya porque no solo emplea el poder de los voltios y electrones, también pretende ser algo que no es. Everrati es un viejo conocido por aquí y su más reciente proyecto es un Porsche 911 eléctrico vestido para lucir como un 964 RSR, completo con bodykit y alerón descomunal.
Convertir modelos clásicos a poder eléctrico es una forma controvertida pero sencilla de preservar muchos autos legendarios. Existen para un público muy reducido que no le importa pagar lo que sea por un vehículo clásico que de paso es ecológico. Algo que no cae en gracia de muchos, porque usualmente implica eliminar la originalidad de dicho clásico y “tirar a la basura” eso que lo hacía especial: su motor a combustión.
Para colmo de males este 911 intenta replicar a un modelo más limitado. Lo que era una conversión incómoda se transforma en una polémica, por algo Porsche se niega a electrificar al 911.
La leyenda del original
Everrati trata de mostrarnos lo que sería un Porsche 964 RSR, o su contraparte de calle 3.8 RS, pero si fuera 100% eléctrica. Para algo de contexto, el 964 RSR era un modelo de homologación para competir en todo tipo de disciplinas, principalmente resistencia. Basado en el Carrera 2 de calle, Porsche aumentó su desplazamiento de 3.6 a 3.8 litros, agregó nuevas culatas y cuerpos de aceleración individuales, al igual que un escape menos restrictivo.
El Carrera 3.8 RSR era capaz de una potencia máxima de 375 caballos. En materia estética Porsche usó la carrocería widebody del 964 Turbo S, un enorme alerón ajustable, suspensión Bilstein y paneles en la carrocería hechos en aluminio. 55 ejemplares de calle (Carrera 3.8 RS) y 45 de pista (RSR) existen, haciéndolo una joya coleccionable para los fanáticos de Porsche.
Disfrazando su naturaleza
Aquí recae el problema: la conversión de Everrati comete el pecado cardinal de pretender algo que no es. Suficiente tiene con ser un Porsche 911 clásico que abandona el motor refrigerado por aire en favor de uno eléctrico, Everrati decide colocarle un vestido para enmascarar su naturaleza y decirle al mundo que es un RSR genuino. Por fortuna Everrati no usa un RSR o 3.8 RS original, por el contrario transformando a un 964 común y silvestre en esta conversión.
Everrati promete un desempeño equivalente al modelo real, con un 0 a 100 km/h en 4 segundos, una potencia por encima de los 300 a 400 caballos y una autonomía de 320 km. Esta compañía británica añade lujos como una jaula antivuelco, asientos en cuero, un sistema de entretenimiento moderno y otras cosas para justificar la conversión.
Son muchos los que criticarán este proyecto, sea porque arruinó un Porsche 964 estándar o porque pretende ser algo que no es. Lo cierto es que existe un círculo exclusivo de clientes que desean algo como esto, fácil de utilizar y mantener pero con la nostalgia de esos autos soñados de la infancia. Mientras tanto los más petrolhead (como nosotros) esperamos pacientemente al día que compañías como esta se dediquen a hacer conversiones de motores a combustión para usar gasolina sintética o mejor aún: hidrógeno.
