Alpina XB7
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Si hablamos de personas perfeccionistas, los de Alpina marcan el punto de referencia con la nueva entrega del XB7. En abril de este año ya habían presentado una entrega de su buque insignia, justo después de que se renovara el BMW X7. Sin embargo, los ingenieros de Alpina se quedaron pensando y exclamaron “esto se puede hacer mejor”. Entonces volvieron a trabajar y le aplicaron la filosofía que los hace famosos. Porque no todo se arregla con velocidad y potencia.

Un veloz transatlántico

Bueno, hay pocas cosas que la velocidad y la potencia no arreglen, como un viaje de negocios por la famosa Autobahn. Para enfrentar ese reto, el Alpina XB7 aún dispone del mismo motor V8 a 90° mild-hybrid que entrega unos abismales 621 hp y 800 Nm de torque. En este caso, lo que cambia es la forma en que los entrega. Ahora, el torque entra desde las 1800 hasta las 5400 RPM, un rango mucho mayor que antes. Todo ese torque mueve a esta mole hasta los 100 km/h en solo 4.2 segundos y a una velocidad máxima de 290 km/h.

El motor recibió otros retoques como mejoras en la refrigeración y en la reprogramación, haciendo que el empuje sea más progresivo y lineal. En lugar de ser un golpe explosivo al acelerar, la camioneta hunde a sus pasajeros en los asientos en gran parte del recorrido del motor, no solo en un momento determinado. A pesar de que la curva de potencia es más suave, no pierde ni un milisegundo de la aceleración.

Velocista con clase

La cosa es que ahora el Alpina XB7 ya no es sólo rápido, sino que también es más refinado. Usualmente, toda esta potencia vendría acompañada de una suspensión muy rígida, pero eso no es lo que hace Alpina. En cambio, ellos mejoraron la suspensión neumática para hacerla más receptiva. Normalmente esta mantiene al XB7 a una altura saludable, como toda camioneta. Al poner el modo sport y superar los 160 km/h, la suspensión baja unos 20 mm. Luego, si sigue acelerando y pone el modo sport+, al llegar a los 250 km/h bajará otros 20 mm.

Luego está la dirección, que es electroasistida pero ofrece una respuesta directa y precisa, más que en la versión M pero sin ser más dura. Este sistema se apoya de un eje trasero direccional, cuyas ruedas giran hasta 2.3° y mejoran la maniobrabilidad de esta mole. Este efecto se complementa con unas barras estabilizadoras activas, que neutralizan lo más posible el balanceo de la carrocería. Con todo esto, la idea es que el Alpina XB7 se maneje como un crucero de alta velocidad, no como un SUV deportivo. Mejor dicho, como un yate pero en la tierra. 

William Puentes
Periodista y comunicador - aficionado a carros, motos y todo lo que se mueva.

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