¿Cómo despedir por lo alto a la familia 718? Con el motor de un 911 en la parte de atrás y con el cielo abierto como testigo. Dígale hola al que es posiblemente el último Boxster (y por extensión, Cayman) con motor a combustión de la historia, el Porsche 718 Spyder RS. Decimos último porque no sabemos si el asunto de los combustibles sintéticos explote en buenos términos, y Porsche ya dijo que el 718 será eléctrico en el futuro. Así que por ahora, es el adiós al rugir bóxer de un Cayman o Boxster.
Porsche no se complicó la vida y aplicó la misma fórmula del 718 Cayman GT4 RS al Boxster Spyder. Lo bueno es que esa receta es exquisita, como un strudel acompañado de crema batida y helado, así que si el Cayman brilló, el Boxster lo hará aún más. En especial por ese asunto bajar el techo suave y escuchar el rugir de ese motor bóxer llevarlo a territorios más allá de la comprensión humana, mientras el viento golpea su rostro.
El cielo y rugido del motor son el límite
Si bien Porsche es sinónimo de turbo y bóxer, este motor no tiene inducción forzada. Directo de la parte trasera del Porsche 718 Cayman GT4 RS y 911 GT3, el Spyder emplea una unidad de seis cilindros opuestos y 4 litros que produce 493 caballos de potencia y es capaz de rugir hasta las 9.000 RPM. Si quería tres pedales, Porsche insiste que use la caja secuencial PDK de 7 marchas, que al menos le otorga cambios de marcha relampagueantes y le permite al 718 Spyder ir de tú a tú con otros 911, completando el 0 a 100 km/h en 3.4 segundos, o menos.
Como es el modelo definitivo y final del linaje que inició el Boxster hace exactamente 3 décadas, Porsche arrojó todos sus trucos y mejores sistemas a la mezcla: suspensión activa, estabilización de chasis, vectorización de torque y hasta un sistema para elevar el eje frontal. Mucha fibra de carbono compone la carrocería, ductos de ventilación y alerón cola de pato en la parte trasera. Porque un Porsche es un 718% más llamativo con un alerón así. Eso sin mencionar que el paquete Weissach elimina más peso y agrega escapes en titanio.
El Boxster/Spyder definitivo
Gracias a esa dieta y un techo suave operado manualmente (a lo vieja escuela), Porsche insiste que el 718 Spyder RS pesa 17 kg menos que el Boxster “regular”. Eso no significa que Porsche escatimó en el interior, porque tiene la parafernalia usar de un auto de su alcurnia. Alcántara, fibra Race-Tex, sillas tipo cubo en fibra de carbono con soporte lateral y lumbar, cuero por doquier y la frase Spyder (o Weissach) RS tatuada en los apoyacabezas. Todo en un color gris ártico o negro contrastado con costuras rojas.
Si el Cayman GT4 RS es un juguete para pista y supercar killer en disfraz, entonces el 718 Spyder RS es para causar una excelente primera impresión fuera de la pista. No es que no sea capaz en un circuito, porque es absurdamente ágil y poderoso, con velocidades que rozan los 310 km/h. Pero un convertible roba miradas por doquier, y en este caso en particular la palabra Spyder no solo despeinará el cabello de su conductor, sino el de la competencia.
Eso sí, el precio de 160 mil dólares (sin opciones) se asegura que el 718 Spyder RS no sea para cualquiera. Porque ese valor es ya territorio de 911, así la ocasión amerite la despedida del motor a combustión en la familia 718. Con eso dicho, tanto el Cayman como Boxster Spyder RS son capaces de derrotar a varios 911, a la vez que son más livianos y ágiles. Son excusas al final del día, porque usted y yo sabemos que queremos uno, pero es un Porsche más que está fuera del alcance de nosotros.