¡Pero si es el Nissan Skyline de Grand Theft Auto V! Ya sabe, ese modelo que es un Skyline pero está ligeramente alterado para no infringir derechos de autor. Ahora tenemos la oportunidad en la vida real de pretender que el Nissan GT-R es un Skyline R34 (como el de Brian O’Connor) cortesía de Atrasan, responsable de este bodykit tan peculiar. Así como muchos visten al Dodge Challenger moderno con el traje de un Charger clásico, Japón puede hacer algo parecido.
Casi resulta poético que el Challenger y el GT-R lleven tanto tiempo en producción. Tal vez por eso se prestan para este tipo de proyectos que los reimaginan, aprovechando la fuerte nostalgia que sentimos por, en el caso de este proyecto, el Skyline GT-R R34 original. Además, con la economía de hoy en día y el hecho que el R34 será legal para importarlo a EE.UU. en 2024, conseguir uno será casi imposible.
Suena difícil de creer pero esta es la forma más sencilla (y barata) de comprar un Skyline R34 en 2024.
Bomba JDM del pasado
El proyecto es obra de Artisan Vehicle Design, una firma británica que tuvo una idea sencilla: plasmar la imagen legendaria del Nissan Skyline R34 en un GT-R moderno. El resultado es un deportivo de un universo alterno, casi como el NISMO GT-R LM que compitió en Le Mans pero en tiempo presente.
Si Paul Walker estuviese vivo muy seguramente usaría esta conversión en Rápido y Furioso, quizá para salvar a Toretto en el final de la saga. Todo parte de un GT-R común y silvestre, del cual existen bastantes ejemplares gracias a que a) Nissan lleva 15 años produciéndolos y b) son más asequibles que algún Skyline clásico.
Homenajeando al R34 de Super GT
La modificación más evidente es en el exterior, en el que Artisan reemplaza el frente y parte trasera con nuevas piezas en fibra de carbono. Estas recrean el frente más rectangular del R34, completo con sus faros alargados adelante y redondos atrás. Solo falta la palabra SKYLINE recorriendo la compuerta del baúl para ser una recreación fiel, pero quizá sea una opción a futuro.
La conversión agrega un nuevo difusor trasero, tomas de aire al frente y sobre el capó al igual que un nuevo alerón ajustable. Si bien la intención de Artisan es recrear al R34 en general, todo el bodykit se asemeja a los últimos Nissan Skyline R34 que compitieron en Super GT (y ganaron el título en 2003). Aquellos tenían una nariz más afilada y pasos de rueda más anchos, justo como esta conversión.
En la cabina Artisan opta por una apariencia más moderna, con una enorme pantalla dominando el tablero, sillas tipo cubo y fibra de carbono recubriéndolo absolutamente todo. Probablemente hasta los cinturones de seguridad son en fibra de carbono. Lo más interesante es que Artisan ofrece recrear los colores originales del Nissan Skyline GT-R R34, desde el clásico Bayside Blue pasando por el tono Millenium Jade (del GT-R Nür) y por supuesto Midnight Purple.
Exceso de músculo y locura
Allí no se detiene el preparador, porque este aspecto de Skyline R34 de Super GT no es solo apariencias. El V6 VQ38DETT fue modificado de forma extensa por Artisan para exprimir 800 caballos de potencia en su versión “de calle”, o 1.000 equinos para una edición “Ultimate”. No será un RB26DETT con turbos Garrett descomunales y una botella de óxido nitroso (NOS), pero 1.000 hp son más que suficientes.
Mejoras en la suspensión, frenos y llantas también serán parte del proyecto, porque controlar semejante potencia necesita algo más que pericia. El proyecto está en su infancia pero cumple de una manera u otra el sueño de muchos: tener un Nissan Skyline GT-R R34 con toda su aura retro, así sea a través de un bodykit que replica sus líneas.
Artisan trabajará en el proyecto para afinar todos sus detalles, presentándolo al público en el SEMA de 2024 (en 11 meses), momento en el cual comenzarán a realizar sus conversiones para todo público. Con un valor por encima de los 400.000 dólares que no es para nada barato, aun así logra ser más asequible que algún R34 de dudosa procedencia importado de Japón.