De las profundidades de una página web que grita años noventa y un sueño por darle relevancia a un Porsche que no sea el 911, llega este proyecto. Más que un restomod, el Porsche 928 de Nardone Automotive es una carta de amor a un deportivo algo olvidado y poco considerado, agregando tecnología moderna a la vez que respeta el espíritu original del auto.
A simple vista parece uno de esos autos “futuristas” que aparecerían flotando en Volver al Futuro Parte 2. Quizá, si le gustan los videojuegos, Keanu Reeves tenía uno de estos 928 restomod junto a su 930 Turbo. El punto es que es un proyecto interesante y merece consideración, así ninguno aquí tenga los casi 500.000 euros que cuesta el privilegio. Quizá si entre todos reunimos dinero podamos costear una fracción.
El primer grand tourer de Porsche
En los años setenta, el 928 nació como un sucesor al Porsche 911. En ese entonces el deportivo de motor trasero se le veía como anticuado y rezagado en ventas, así que Porsche quería entrar en una nueva era usando una configuración más contemporánea, con el motor adelante y en configuración V8, abandonando los cilindros opuestos (bóxer).
Sin embargo, el 928 se retrasó en diseño y llegó en 1977. Para ese momento, las normas de emisiones ahogaron su V8 y limitaron el potencial de lo que era un gran turismo de manejo excepcional. Luego ocurrió la Crisis de Petróleo y el 911 repuntó de la nada.
Aun así, el 928 convivió con su hermano menor por dos décadas, siendo recordado con cariño por unos pocos entusiastas de Porsche. Y su detalle más peculiar eran las luces abatibles expuestas, que le daban una apariencia extraña, aunque única.
928 versión 2.0
Todo esto conduce al restomod del Porsche 928, que más bien es un renacer y reinterpretación del concepto. Llámelo una segunda generación, una evolución afín a pasar de un Porsche 991 a un 992.
Es obra de Thierry Nardone, uno de esos petrolheads que se enamoró del 928. El proyecto incluye más de 3.000 piezas nuevas, 300 de ellas sólo en su motor V8. Para que se haga una idea, las puertas son de las pocas piezas originales.
Su chasis y carrocería poseen muchas partes en aluminio y fibra de carbono para reducir su peso, con un estilo fiel al 928 original, pero con pasos de rueda ensanchados, rines aerodinámicos, luces LED y un perfil más eficiente. Note el detalle de las luces retráctiles, que parecen de ciencia ficción.
Los trazos del exterior se inspiran en Porsche modernos, dice su creador. El balance de peso es mejor, gracias a que la parte de atrás se extendió y la larga trompa del 928 fue recortada ligeramente.
Forjando el 928 que Porsche nunca hizo
Luego está el motor, donde hay tantos cambios que se nota la pasión que roza en la locura puesta en este auto. Su V8 original fue modificado por completo en Italtecnica, recibiendo un nuevo múltiple de admisión más eficiente y un cigüeñal de plano cruzado (crossplane), para que se cuele una nota algo “americana” en su rugir. La potencia de este V8 de 5 litros especificación GTS supera los 450 hp, por cierto.
Elementos modernos tales como un ECU, suspensión activa controlada de forma electrónica, nuevos ejes y diferencial LSD, transmisión manual de 6 velocidades hecha a la medida y frenos firmados por Brembo completan esta creación. Casi todo se rediseñó, para que quede claro que esta es una carta de amor al Porsche 928 y no sólo es un restomod más.
Luego está su cabina, donde reina el cuero rojo y cierto minimalismo atravesado por partes pulidas en aluminio, para un estilo muy art déco. Los controles son sencillos y directos, todo está al alcance y se enfoca en el placer de conducir por encima de todo.
Ciertamente es un proyecto apasionado, el de alguien que deseaba reinterpretar a uno de sus héroes de la infancia, respetando su esencia original. Ni Singer podría haber hecho algo tan extremo e interesante.
