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¡Mire nada más la hora! Es tiempo de conocer otro proyecto para revivir al Porsche 911 clásico. En un mundo de Gunther Werks, Singers y muchos otros nombres, Tuthill quiere forjar su propio espacio. La diferencia entre esas compañías y Tuthill es que estos últimos optaron por crear un Porsche 911 restomod enfocado más a la pureza original del vehículo y el desempeño, en vez de crear algo modernizado.

El resultado es el Porsche 911K de Tuthill, la forma más pura de un 911 que se puede encontrar en tiempos modernos, sea clásica o restomod. La idea es preservar la forma original del 911 clásico pero mejorar todo lo que hay por debajo. Motor, suspensión, chasis y hasta los paneles de la carrocería, cambios que no se notan a simple vista y que aguardan por debajo para demostrar por qué este 911K es tan especial.

Como mezclar un 911 clásico con una moto

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Ni el mismo Porsche pudo crear un motor tan bestial.

En sus tiempos el 911 de primera generación ofrecía una experiencia de manejo pura pero controlable, cortesía de su motor trasero que producía entre 130 y 190 caballos de potencia. Tuthill tiró toda precaución por la ventana e instaló un propulsor bóxer de 3.1 litros con 4 válvulas por cilindro y doble árbol de levas. Las modificaciones al motor le permiten rugir hasta las 11.000 RPM, territorio que usualmente está reservado para las motocicletas.

Su potencia es de 350 caballos, el doble de un 911 clásico sin el nombre Carrera RS en sus costados, y emplea una transmisión manual de 6 velocidades. Lo curioso es que no es una transmisión moderna, sino la misma unidad de fábrica modificada para recibir una velocidad extra. En esencia este es un auto de carreras disfrazado con la excusa de ser un clásico para las calles.

Otros cambios incluyen un freno de mano hidráulico para derrapar a gusto con el 911K y una carrocería hecha en fibra de carbono, haciendo que este 911 pese apenas 846 kg. Más o menos lo mismo que un Renault Kwid con mucha más potencia y estilo, sin querer ofender al pequeño auto del Rombo.

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El enorme freno de mano y la reversa escondida tras la palanca de cambios deja clara cuál es la intención de este 911.

Claramente no es para cardíacos

La experiencia de conducir semejante bestia es casi tan aterradora y gratificante como manejar un TVR. Eso es porque ambas creaciones se enfocan en dar la mayor potencia y agilidad a costa de la seguridad y abandono de asistencias eléctricas. Quién diría que un motor bóxer suena tan intoxicante a más de 10.000 RPM, pero aquí estamos. 

Con mucho autocontrol este 911 se comporta de forma aplomada en la calle. Pero es en esos momentos donde el espacio lo amerita que brilla la locura escondida tras su apariencia clásica, escupiendo fuego por sus escapes como si nada. Es un proyecto casi finalizado, con soluciones peculiares como una reversa actuada por una palanca aparte (que solía ser del calefactor).

Tuthill planea crear 33 ejemplares de su Porsche 911K restomod a un precio que no está definido, pero si cuesta menos de medio millón de dólares realmente quedaremos sorprendidos.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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