McLaren-W1
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Cuando un McLaren lleva el número 1, es señal de grandes cosas. Mika Häkkinen lo portó un tiempo, al igual que Emerson Fittipaldi, Ayrton Senna o Alain Prost. Gordon Murray creó el supercar definitivo al darle forma al McLaren F1 y hoy, la marca quiere replicar esa magia legendaria con el W1. Que, en pocas palabras, es el McLaren más rápido, potente y avanzado de toda la historia.

Uno que nosotros mortales no podemos ver. Al menos no poseer en un futuro cercano porque, de las 399 unidades que McLaren producirá del W1, ninguna está disponible. Todas fueron ya apartadas o vendidas, incluso si su producción aún no comienza. 

Potencia inglesa con creces

McLaren-W1

Lo más extremo del McLaren W1 no es su potencia, ni el hecho que es de tracción trasera: es la suma de sus partes. Quizá en materia de diseño no es el más atractivo, pero ese no es el punto.

Los ingenieros de McLaren desarrollaron desde cero un nuevo V8 biturbo de 4 litros, con cigüeñal plano que por sí solo sube a las 9.200 RPM y eroga 916 hp. Propulsor acoplado a una transmisión automática de 8 marchas, con modo secuencial.

McLaren-W1
Su fecha de presentación no es coincidencia: hace 50 años Emerson Fittipaldi ganó un título de F1 con McLaren.

Ahí entra un motor de flujo radial compacto, que añade 342 hp a la mezcla, para un total de 1.258 caballos de potencia combinada. Con creces el McLaren más potente de la historia, llegando de 0 a 100 km/h en 2,7 segundos y llegando hasta los 350 km/h. Cifras conservadoras, si nos lo pregunta, porque sospechamos que el 0-100 es unas décimas más rápido.

A diferencia de exóticos híbridos como el Lamborghini Revuelto o Ferrari SF90, el McLaren W1 envía esos 1.258 equinos a las ruedas traseras. Una batería de 1,4 kWh cumple la sola función de mantener ese caballaje disponible a todo momento, recargables también vía enchufe.

Los toques de la papaya de F1

Porque no todo es potencia desmesurada al eje trasero, el W1 es un juguete con tecnología de F1 para las calles. Su peso de 1.399 kg es gracias a materiales compuestos muy ligeros, como fibra de carbono o titanio. La suspensión activa posee barras ancladas al chasis hechas en impresión 3D, los frenos son de compuesto carbocerámico y el chasis posee estabilización activa y electrónica.

Ningún exótico inspirado en la F1 está completo sin la aerodinámica. Con el concepto de efecto suelo, el frente y parte trasera poseen aletas y alerones desplegables, un difusor que puede extender sus dimensiones, un spoiler trasero y todo tipo de ductos para que se genere hasta 1 tonelada de carga. Todo ajustable según el modo de manejo.

Lo que importa es lo de afuera

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Seremos francos, el diseño del W1 no es su fuerte. Es cierto, luce agresivo, capaz, distinto a otros McLaren como el Senna, Artura o los 720/750. Las puertas son alas de gaviota y McLaren integra nuevos elementos en diseño, como bordes más afilados y “pontones” marcados a los costados, al igual que ruedas delanteras flotantes cual monoplaza, pero eso es todo realmente.

Suponemos que compararlo con el F1 es imposible, ya que su diseño es todo un clásico atemporal. En su interior no hay elementos demasiado llamativos, después de todo el W1 es un auto de pista para la calle. Profundas sillas tipo cubo marcan un habitáculo lleno de cuero, fibra de carbono y una pantalla vertical de 8”. Todo personalizable, por cierto.

McLaren declara que el W1 es un supercar de verdad, un sucesor digno del F1 y P1. En el papel es impresionante y la magia de la tecnología hacen del W1 un modelo todopoderoso. Aunque tanta tecnología le roba el encanto del pasado, el W1 es sin duda alguna un exótico digno del título y un serio contendiente a inspirar algún Hypercar de Le Mans a futuro, si es que McLaren quiere seguir esa vía como lo hizo Aston Martin.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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