Quedan apenas unos días en el Rally Dakar pero no podía dejar pasar esta historia. Sin duda alguna el Dakar Clásico atrajo la atención de todo el mundo con su colorido reparto de autos y personajes. Uno de ellos es este Mercedes-Benz Clase G, el cual lleva con orgullo los logos de BMW y de la casa austriaca Puch al frente. No, no es una colaboración oficial de BMW y Mercedes, pero la historia es aún más especial de lo que cree.
Así que relájese y disfrute por unos minutos la peculiar historia de este competidor del Dakar, tributo a una historia que ocurrió hace cuarenta años en, usted adivinó, el mismo Dakar. Homenaje que es obra de Delta4x4, viejo conocido nuestro y preparador alemán que se dedica a ofrecer todo tipo de accesorios off-road para diversos modelos, incluyendo el mismo Clase G.
Y sí, antes de que alguien lo mencione, sé que se trata de un Puch G-Class. Pero el nombre más universal y longevo está bajo el logo de Mercedes-Benz. Además, ¿acaso no es más interesante así la historia? Dos rivales alemanes que una vez participaron juntos de forma indirecta en el rally más famoso del planeta.
Inesperada unión alemana
Volvemos a 1985, año en el que se celebró la séptima edición del Rally Paris-Dakar. Este fue el segundo año en el que BMW Motorrad llevó su equipo oficial al prestigioso rally, luego de dos victorias del francés Hubert Auriol a bordo de una BMW preparada por él mismo.
BMW lanzó todos sus recursos a conquistar la competencia, llegando con una flamante R 80 G/S adornada con los emblemáticos colores de Marlboro (rojo y blanco) al igual que el patrocinio de Playboy. Cigarrillos, chicas desnudas y vehículos veloces: la absoluta epítome del automovilismo en los años ochenta.
No obstante, faltaba un ingrediente (y no, no eran conejitas Playboy). BMW Motorrad necesitaba un vehículo de apoyo que acompañara sus motos en caso de requerir asistencia. Como BMW no tenía en su catálogo nada con remotas capacidades 4×4 decidieron mirar a sus rivales. Así fue como BMW terminó entrando al Dakar con una Mercedes-Benz Clase G; sólo que para no darle publicidad a sus rivales eligieron un ejemplar adornado con el logo de Steyr-Puch, quienes por entonces ofrecían su propia versión del Geländewagen. Llámelo una unión a regañadientes, en la que BMW y Mercedes-Benz unieron fuerzas para entrar en una competencia.
A cargo de pilotar la “BMW Clase G” estuvo Josef Loder, piloto y aventurero con experiencia en el Dakar, ingresando a la edición 1982 con su propio Suzuki SJ Jimny. Por cierto, BMW ganó en esa ocasión, victoria que también le pertenece a esa Clase G.
Tributo personal con 8.000 km de distancia
Casualmente Loder, a quien apodan “Beppo”, fundó por la misma época Delta4x4. Y para seguir con las coincidencias, sus hijos Maximilian y Laurence decidieron honrar ese capítulo de la vida de su padre en el Dakar haciendo una réplica del BMW/Mercedes-Benz/Puch Clase G y entrando con ella a la competencia este año. Solo imagine tener la posibilidad de hacer eso, casi me dan ganas de empeñar todo lo que tengo y entrar de alguna forma al próximo Dakar Clásico.
Volviendo a la historia, los hermanos Loder ubicaron una Clase G cinco puertas de los años noventa, que en su vida pasada sirvió como auto de bomberos. Con ayuda del ingeniero de F1 Achim Grauert transformaron ese G en uno de tres puertas como el Puch original, junto con un chasis de especificación militar más robusto. Todo el proceso tomó 10 meses y según Delta4x4 no escatimaron en gastos para transformar su “BMW Clase G” y afrontar las dos semanas del Dakar 2024. La gran ventaja de Delta4x4 es la cantidad de accesorios off-road que producen, portafolio del cual pueden “echar mano” para poner a punto este tributo al Dakar.
Completar el viaje es más importante que ganar
El toque final es la decoración con los colores rojo y blanco de Marlboro junto a una discreta franja con los colores de BMW M; al igual que todos los equipos de navegación necesarios. Tampoco están los logos de Playboy, pero sí la identificación de Delta4x4 y el logo de BMW, en referencia directa a la historia de Josef Loder en el Dakar de 1985 y su Mercedes-Benz/Puch Clase G.
Para los hermanos Loder, el viaje es más importante que ganar, y están ubicados en el puesto #48 de la general. Esos 8.000 km de todo el Rally Dakar son una excusa para que ambos honren la historia de su padre, quien los acompaña en la competencia. Algo sí es cierto, el Dakar Clásico parece el sueño ideal para todos nosotros entusiastas de un día ir a Arabia Saudita y competir allí en cualquier vehículo clásico de nuestra elección, como este Clase G.
