Toyota-Land-Cruiser-Dakar-Clásico
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Toyota Land Cruiser y las dunas de lejano oriente: una historia de amor tan grande como la de Romeo y Julieta. El Dakar Clásico no estuvo exento de un batallón de Toyota Land Cruiser probando suerte en la categoría que se robó nuestros corazones este año y, de forma apropiada, una de ellas fue la ganadora luego de 12 etapas. Sí, dedicaremos un capítulo solo a Dakar Clásico porque lo vale.

Es cierto que Carlos Sainz conquistó la victoria general de forma casi dramática, luego de los problemas que sufrió Sébastien Loeb. Pero no fue el único español en saborear el triunfo porque en Dakar Clásico, esta Toyota Land Cruiser J80 estuvo comandada por dos compatriotas del “Matador”, quienes lideraron casi toda la competencia pero no se salvaron de un final dramático en las últimas dos etapas.

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Regularidad por encima de la velocidad

Antes de conocer a esa dupla española, una aclaración. Dakar Clásico es completamente distinto a las categorías principales; aquí lo que importa es la constancia y no lo rápido que se complete la etapa. Es lo que se conoce como un rally de regularidad, en donde lo clave es completar las secciones de la etapa en un tiempo y velocidad predeterminados. Lo sé, es un asunto complicado pero la versión básica es esta: cumplir al pie de la letra esos dictámenes para cada etapa es la clave para ganar.

Así pues, completar las secciones reguladas demasiado rápido o lento incurre en puntos de penalización. Salirse de la ruta establecida, puntos de cronometraje o hacer maniobras peligrosas también agrega puntos de penalización. Al final del día, quien acumule menos puntos gana la etapa y, de seguir así, todo el rally. 

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Fiel a la reputación que la precede, esta Land Cruiser mantuvo la constancia en todo el Rally.

Llegando al Dakar por casualidad

En esa área Carlos Santaolalla, veterano empresario español, brilló como ningún otro. Partícipe de las dos pasadas ediciones del Dakar Clásico, llegando segundo en 2023, Santaolalla no tenía planes de competir en esta edición ya que su copiloto decidió apostar por la categoría SSV. Eso fue hasta que lo contactó el joven Jan Rosa I Viñas, copiloto de 22 años que estaba en una situación similar: no tenía piloto para ir al Dakar.

Una charla después, Santaolalla y Viñas desempolvaron la Land Cruiser J80, repararon la bomba de gasolina que le costó la carrera en 2023 y decidieron ir al Dakar a ver qué ocurría. Recibieron el respaldo de una buena causa que apoya a los jóvenes con dislexia o síndrome TDA, campaña que recibe el nombre de “Desetiquétame”. Con esa causa abordo y las expectativas sólo de divertirse, la dupla española partió al Dakar 2024.

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Imágenes que solo pueden ocurrir en el Dakar: una Land Cruiser perseguida por dos Porsche 959.

Duelos de infarto en el clásico

Quizá ellos ni se lo esperaban, pero la dupla Santaolalla-Viñas comenzó ganando y liderando la primera etapa. Recuerde, la regularidad era clave y estos españoles junto a su Land Cruiser demostraron ser los reyes absolutos en esta materia. Pero no fue una victoria servida en bandeja de plata bajo ninguna circunstancia.

En las primeras etapas la dupla checa de Ondrej Klymciw y Josef Broz a bordo de un Škoda 130R dominó, en un punto liderando la clasificación general. Era una historia de David vs Goliat, con el pequeño Škoda demostrando ser la piedra en el zapato de la legendaria Land Cruiser J80. En la etapa 8 los españoles se desplomaron, acumulando bastantes puntos de penalización y dejando que el Škoda se escapara en la punta. Todo parecía perdido, pero la fiabilidad del Škoda flaqueó y permitió que los españoles recuperaran el liderato.

El equipo de Santaolalla-Viñas celebrando su victoria inesperada.

Mientras eso ocurría un tercer retador a la punta emergió: el Nissan Pathfinder de los italianos Lorenzo Traglio y Rudy Briani, quienes aprovecharon el desorden y comenzaron a pisar los talones de la Land Cruiser. Tanto así, que en la penúltima etapa primero y segundo los separaba apenas un punto. 

Así de cerrada fue la pelea por el triunfo, con Santaolalla y Viñas enterándose de su victoria luego de revisar la página del Dakar al final de la etapa. Piloto, copiloto y máquina demostraron una disciplina, constancia y fiabilidad increíble, así que la victoria es bien merecida. Y que coincidencia que otro Carlos de nacionalidad española triunfó en el Dakar.

Los otros héroes del Clásico

Sí, la Toyota Land Cruiser J80 conquistó Dakar Clásico. ¿Qué hay de los demás? Me complace anunciar que sí, el Renault 4 Sinpar terminó la competencia a pesar de un sinfín de adversidades. Como dicta la reputación del R4, sus pilotos y máquina jamás se rindieron y siguieron adelante, clasificados en la posición 65.

Por el lado de las samuráis checas y su Citroën 2CV, su esfuerzo marcó historia porque es la primera vez que un 2CV completa todo el Dakar en la posición 63. Los hermanos Loder y su BMW Clase G terminaron en el puesto 47, mientras que los Porsche 911 y 959 réplica estuvieron en la pelea, todos tres completando el rally y el mejor de ellos (#700) acabando en la sexta casilla de la general. 

En los primeros 10 se destaca una Land Cruiser J70 en el tercer lugar, otra Serie J80 en cuarta casilla, una Land Rover Defender en quinta colocación y una Toyota Prado en octava casilla. Hey, Toyota no ganó en la general pero sí dominó en Clásico.

Mención de honor para los checos y su Škoda 130R, el favorito para este servidor y dupla que merecía la victoria; así terminasen en un distante puesto 24 luego de varios problemas. 

En nuestros corazones quedó este Škoda gladiador que casi gana el Dakar Clásico en su última aparición.
Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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