Honrando la memoria de Dietrich Mateschitz como se debe, Max Verstappen ganó el Gran Premio de Estados Unidos y de paso hizo que Red Bull ganara el título de constructores. Los del Toro Rojo tienen sentimientos encontrados, pero hicieron lo que mejor saben hacer: dominar en la pista. Lewis Hamilton llegó en segundo lugar, quien hasta la fecha de publicación de este artículo lleva 322 días sin subirse en la cima del podio. Aun así, el inglés hizo un trabajo magistral defendiéndose del holandés y demostrando un gran ritmo. En tercer lugar llegó Charles Leclerc, quien no pudo mantener el paso y confirmó la nube gris que Ferrari tiene encima. Traiga palomitas, porque en esta carrera pasó de todo.
Un lamento español
Inició el Gran Premio de Estados Unidos y pensábamos que Carlos Sainz Jr. iba a poner a los texanos a hablar español. Lastimosamente, luego de una mala largada en la primera curva se encontró con el frente del auto de George Russell, dejándolo inmediatamente fuera de carrera. A Russell le dieron una penalización de 5 segundos por ese toque, pero eso no fue lo más emocionante de la jornada.
Luego de eso, pasaron un par de cosas raras. Por ejemplo, Lance Stroll arrancó bien y se apoderó del tercer puesto. Mientras tanto, Verstappen llegaba al primer lugar como mejor sabe hacerlo. Luego, Sebastian Vettel también se puso a trepar puestos y pasó del décimo al quinto puesto. Todo esto pasó en solo 2 vueltas, así que se imaginará el nivel del drama.
Un auto que no suele usarse
Vamos a saltar hasta la vuelta 18, cuando Valtteri Bottas se salió de la pista sin que nadie lo tocara y generó que el auto de seguridad saliera. En este circuito tan bien hecho y con un clima tan seco, es raro que este auto aparezca. Aun así, salió y permitió que varios pilotos pararan, aunque Pérez no cambió un alerón roto que tenía. Después de sacar al maltrecho Alfa Romeo, la carrera se relanzó en la vuelta 22, pero no lo alcanzaron ni a apagar el auto de seguridad cuando lo volvieron a llamar.
En medio de la emoción por la segunda oportunidad de hacer las cosas bien, Fernando Alonso se chocó de frente contra Lance Stroll, quien intentó defenderse ante el rebase del asturiano. Este golpe con las llantas hizo que el Alpine hiciera un wheelie aterrador que destrozó el alerón frontal y causó un golpe seco espantoso. El Aston Martin terminó muy dañado y quedó fuera de carrera inmediatamente, lo que causó que el auto de seguridad volviera a salir. Para la sorpresa de todo el mundo, el A522 de Alonso volvió a la pista después de una reparación sencilla, exhibiendo una calidad que solo es habitual en un Toyota.
El rey no deja de ser rey
Volvemos a hacer un salto hacia el futuro y llegamos a la vuelta 36, cuando Verstappen paró a cambiar llantas mientras estaba en el primer puesto. El problema es que se le atoró una rueda y duró 11 segundos detenido, lo que hizo que cayera al sexto puesto, dejando a Pérez, Russell y Vettel en la punta. De modo irónico, el holandés respondió con un “beautiful” lleno de rabia. Aun así, Max hizo lo que mejor sabe hacer: correr como alma en pena y superar a todos los que tenía en el camino.
Red Bull también le hizo una mala parada con Sergio Pérez en la vuelta 39 y cuando salió se enfrascó en una batalla con George Russell, quien brilló a media capacidad toda la carrera. Mientras tanto, Verstappen también peleaba con Charles Leclerc, quien no pudo encontrar el ritmo todo el día. Aun así, Verstappen se deshizo de todos y fue tras Hamilton, que estaba solo en la punta. En la vuelta 50 logró superarlo después de una pelea de infarto digna de dos campeones mundiales.
Sin embargo, cuando Verstappen pasa nada lo detiene y así llegó al final del Gran Premio de Estados Unidos. Lewis Hamilton se quedó sin victoria y lleva 322 días sin subir al primer lugar. En tercer lugar llegó Charles Leclerc, mientras que Russell se quedó con la vuelta rápida. De manera meritoria, Sebastian Vettel se llevó el título de piloto del día y completó 3500 vueltas como líder, justo a tiempo antes de su retiro. La racha de premiaciones culminó con el título de constructores para Red Bull.
