Este sí es un auto apto para cardiacos, contrario a lo que el dicho reza. Los franceses tienen unas ideas bastante intrigantes a la hora de imaginar el vehículo del mañana. Esta es una de ellas, que recibe el nombre de H1st o “Human First Vision Concept” y fue desarrollado por parte de Renault y una alianza tecnológica de marcas conocida como Software République. Entre otras cosas, este es un auto que literalmente estará pendiente de los latidos de su corazón.
Software République es una alianza entre Renault, Dassault Systems (aeronáutica), Orange comunicaciones, Thales y ST Group, compañías enfocadas en movilidad y tecnología. La visión de todos ellos es la de crear una visión de la movilidad del futuro usando el conocimiento de todos estos conglomerados y centrándose en las necesidades de las personas a bordo del vehículo. Es una forma complicada de decir que para todos ellos este es el futuro, y un auto así podría salir de la línea de Renault en los próximos años y ser tan contemporáneo como lo es hoy un Clio.
El auto francés del mañana
Renault y sus asociados crearon una versión física del H1st Concept al igual que una en el metaverso (por supuesto), que se puede experimentar con gafas de realidad virtual. Hasta ahí nada revolucionario, hasta que nos acercamos a la tecnología centrada en los humanos que posee este vehículo que nos recuerda al Scénic Concept. La primera novedad está en el uso de escáneres de parámetros biométricos, los cuales leen el rostro y facciones del conductor para darle acceso al vehículo y arrancar. Dicho de otra forma, que su cara sea la llave para entrar y conducir.
El vehículo tiene integrado un monitor que está atento a los signos vitales del conductor, detectando si su pulso cambia repentinamente o está en riesgo potencial de algo grave. También está en la capacidad de enviar el estado de salud a un médico pre-seleccionado y dirigirlo a la ambulancia más cercana No es lo único que puede anticipar, porque el H1st Concept vigila constantemente el camino y potenciales riesgos para proteger a sus ocupantes. En esencia predice si hay riesgo de que un transeúnte aparezca de la nada o que ocurra un accidente y evita el riesgo antes de tiempo.
Dicho sistema también vigila las mejores rutas y puntos de carga para optimizar el rango del vehículo, porque no podía ser otra cosa sino un eléctrico. El vehículo también incluye un asistente virtual, acceso a servicios de comunicación e internet y lo que Renault llama una “experiencia sonora única”. Puede que este auto como tal jamás llegue a producción, pero Renault y sus aliados sí quieren introducir todas estas tecnologías antes de terminar la década. Ya veremos cómo les va con ese ambicioso proyecto.
