¿Ha visto a una Hummer o Cadillac Escalade transformada en una limusina? Es una creación gigantesca y americana, perfecta para celebrar una ocasión especial de la forma mas vistosa posible. Para los ingleses, una limusina así no es de buen gusto. Y tienen razón. Bentley se puso a la tarea de crear un vehículo largo, cómodo y opulento para que su chófer lo lleve a donde quiera, utilizando la plataforma de su modelo actual más exitoso. Una sesión con té y galletas después, nació la Bentley Bentayga EWB, una versión con más distancia entre ejes y dos poltronas traseras para que flote literalmente camino a su trabajo soñado como CEO de una compañía.
Realmente, la Bentley Bentayga EWB es un auto para que alguien más lo lleve, en vez de conducirlo. No es que sea lento o posea un dinamismo pobre. Todo lo contrario, el motor V8 twin turbo desarrolla 542 HP y 770 Nm de torque, suficientes para avanzar con confianza a través de cualquier autopista o calle, o rozar los 290 km/h. Lo que quiso Bentley es un auto para que sus piernas tengan todo el espacio posible, y que jamás tenga que tocar las sillas de adelante, eso es para gente común. Tal es el énfasis en la comodidad de la fila de atrás, que la marca pudo poner tres filas de asientos, pero prefirió dejar solo dos para proporcionar a sus distinguidos clientes todo el espacio y confort posible.
Experiencia digna de un magnate
Bentley comienza con una estirada de 180 mm (o 18 cm) en la longitud total de la Bentayga EWB, para un total de 5.3 m en extensión, con una distancia entre ejes de 3.175 m. Todo sea por ofrecer el mayor espacio posible para los pasajeros de atrás. Bentley dice que equipó a esta limusina con las sillas más avanzadas jamás creadas, inspirados en asientos de primera clase en una aerolínea. Sólo que estas poltronas de lujo tienen muchos más argumentos de lujo.
Cada silla trasera tiene 22 posiciones de ajuste, con un modo relax que permite reclinar los asientos y despliega un descansapiés eléctrico, o un modo business que imita la posición de una silla de oficina. Pero lo más impresionante es el sistema de climatización integrado en los asientos, que detecta la temperatura corporal del pasajero (como Ferrari), condiciones climáticas y la humedad del ambiente para calentarse o enfriarse. En total, hay 177 puntos de monitoreo, entregando el ajuste perfecto a través de seis zonas. Hasta los apoyabrazos poseen calefacción, y no puede faltar la función de masaje en las sillas.
Si el pasajero de atrás lo desea, puede mover una de las sillas delanteras para recibir mucho más espacio; y los pasajeros de atrás poseen una pantalla para controlar el sistema de entretenimiento, el aire acondicionado o la luz ambiente. Esta última presente incluso en los parales de las puertas, a través de un patrón diamantado. Por supuesto, la cabina combina materiales como cuero con costuras finas, enchapado de madera y aluminio pulido. Ah, y una nevera para champaña opcional, con copas personalizadas.
Infinitamente personalizable
Dejando de un lado la opulencia para los pasajeros de la Bentayga EWB, Bentley también se concentró en afinar todos los detalles mecánicos. La marca dice que este modelo tiene 2.500 partes exclusivas y nuevas, un sistema de dirección en las cuatro ruedas, que mejora considerablemente el radio de giro de esta limusina-SUV. Las enormes puertas traseras se cierran de forma electrónica al toque de un botón, hay un filtro de partículas que purifica el aire de la cabina y una parrilla frontal rediseñada, así como rines exclusivos de 22”.
Bentley también permite configurar los asientos traseros de la Bentayga EWB, de forma tal que sean 2 butacas más una “usable” para un quinto pasajero; o por el contrario una silla regular abatible para tres pasajeros. Pero seamos sinceros, todos quieren esas dos poltronas con climatizador integrado y mil opciones.
¿Lo ve? De esto se trata la Bentayga EWB, de ser un auto para ser llevado, no para conducir. Los más plebeyos pueden conformarse con una camioneta común de Lexus o Mercedes-Benz. Tal es su exclusividad que solo clientes selectos, en países muy específicos, recibirán la posibilidad de ordenar uno de estos gigantes de lujo, con 24 billones de combinaciones personalizadas a escoger.
