Finalmente el día en el que una SUV de Ferrari haga su debut está próximo. No tendremos que esperar mucho, porque con un último adelanto Ferrari confirmó la fecha de lanzamiento del Purosangue, y de paso nos dejó escuchar su motor. Que dicho sea de paso, suena tan fantástico debería ser un V12 de Maranello.
Por supuesto que este será el auto más controversial de Ferrari, y con justa causa. Quién pensaría que una marca tan prestigiosa terminaría haciendo una camioneta, pero basta una mirada al mundo para entender. Culpe al mercado y su infinita preferencia por estos vehículos crossover y 4×4 por encima de autos normales. Antes Ferrari tardó en crear su propia versión, y asegurar su solvencia económica en el futuro. Justo como lo hace Lamborghini con el Urus.
V12 naturalmente aspirado a la distancia
Sin más preámbulo, fije esta fecha en el calendario: 13 de septiembre. En este día Ferrari hará el tan anticipado lanzamiento del Purosangue, e insisten que esto no es una SUV cualquiera, sino una “FUV”. Ello traduce a Ferrari Utility Vehicle, y nos da la misma vibra que Volkswagen insistiendo que sus camionetas no son SUVs sino SUVWs. Pero bueno, todo sea por el marketing.
Con eso dicho, dado lo que ya hemos visto del Purosangue, parece más un Ferrari FF o GTC4Lusso con la suspensión levantada. Algo así como un “cupé crossover” con prestaciones deportivas, semejante a un Cupra Formentor. Solo que Ferrari instaló un enorme V12 que suena celestial bajo el capó para destruir a competidores como el Porsche Cayenne, Lamborghini Urus y Aston Martin DBX. No sabemos figuras aún, pero 650 hp serían saludables, 700 ya serían notables, y 820 equinos serían una locura. Esa es la potencia que posee el 812 Competizione, que también porta un motor V12.
El Purosangue V12 no sería la única versión de este Ferrari a la hora de su lanzamiento. Propulsores V8 twin turbo o con asistencias híbridas serían alternativas para un Purosangue “menos extremo”. De cualquier manera sólo falta una semana para descubrir la verdadera naturaleza de este Cavallino, y comprobar si fue una excelente idea, o si es tan desastrosa como las decisiones de la Scuderia en Fórmula 1.