Seguimos con la ola de actualizaciones de Kia. Esta vez es el turno del K5, sedán ejecutivo que alguna vez se llamó Optima y que es exclusivo de mercados selectos como Estados Unidos, Corea del Sur y algunas regiones europeas. Pues bien, el Kia K5 sedán no quiere ser menos que sus hermanos menores, el K3 y K4 que están en camino, y decidió revelar su actualización de medio ciclo, la cual llegará a mediados de 2024.
Así es, Kia anunció la actualización del K5 con bastante tiempo de antelación. Siguiendo los pasos del Sonata, modelo hermano de Hyundai que también se renovó hace poco, el K5 recibe este “lavado de rostro” de medio ciclo para mantenerse vigente. A diferencia del Rio (K3) y Cerato/Forte (K4) los cuales recibirán nuevas generaciones, el K5 actual resistirá un par de años más ante la inevitable transición de motores convencionales a 100% eléctricos.
Afilando aún más su diseño
El actual Kia K5 abandonó el nombre Optima en 2019 y se reinventó como un sedán intermedio cuyo diseño era bastante radical y extraño, junto a su hermano Sonata. Este año los dos modelos se separaron bastante, ya que el Sonata ahora luce esa filosofía minimalista de Hyundai, mientras que Kia sigue optando por diseños futuristas y extravagantes.
Al observar la parte frontal la actualización del Kia K5 no es tan evidente hasta que mira con detenimiento. Los faros integrados en la parrilla Tiger Nose son más finos, y ahora poseen una barra LED en su contorno que forma un trueno o letra S a los costados del vehículo. Ciertamente es una firma lumínica poco convencional, y que sugiere que el K5 es más deportivo de lo que es. Eso, o es un homenaje al Rayo McQueen.
Pequeños retoques a las tomas de aire inferior nos llevan a rines con nuevo diseño en los costados, molduras oscurecidas y unas luces traseras igual de interesantes a las frontales. Estas se extienden hacia las ruedas traseras, adoptando una forma de bumerán bastante peculiar. La silueta del K5 se mantiene, con un aire de cupé de cuatro puertas en vez de un sedán marcada por la caída de su techo, que culmina casi sobre la línea que remata el baúl. Los escapes y difusor trasero también lucen un aspecto nuevo, por cierto.
Renovándose antes del salto eléctrico
En el interior los cambios son más pequeños, como el nuevo logo de Kia en el volante, al igual que los controles táctiles dinámicos para el infoentretenimiento y ventilación que conocimos en el Kia EV6. El cuadro de instrumentos ahora se integra a la pantalla central y hay más colores para la cabina, como café o un naranja terracota similar al que usa Mazda.
Kia fue bastante hermético respecto a los detalles, anunciando la actualización de forma discreta en Corea del Sur. Como ocurrió con el Sonata 2024, el K5 no vería cambios importantes en sus motorizaciones, con alternativas de tracción en las cuatro ruedas o en el eje delantero, y motores turboalimentados de 1.6 a 2.5 litros, con un modelo GT “divertido” (286 hp) y otros con asistencia híbrida.
Con el Kia EV4 Concept en el horizonte y su diseño aún más radical, consideramos que aquel prototipo podría ocupar el espacio del K5 y transformarse en un deportivo como el Stinger. Así que el K5 se enfrenta a lo que potencialmente sea su última generación con motores a combustión, antes de que reviva con el nombre EV4 (o incluso EV7) a futuro. Una cosa es cierta y es que su diseño se mantendrá radical y controvertido.