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Y entonces fueron cuatro. Diga “hola” al Mazda CX-90 light, quiero decir al CX-60 XL, mejor conocido como Mazda CX-80. Modelo que acaba de tocar suelo europeo como el buque insignia de la marca para los gustos locales, con el derroche de lujo y aspiraciones que poseen estos nuevos modelos de Mazda, sólo que en tamaño “apropiado” para las preferencias del Viejo Continente.

En esencia, el CX-80 asume el rol que antes ocupaba el Mazda CX-8, modelo que pasó a mejor vida a finales de este año. Es una fórmula que ya conocemos muy bien: nueva plataforma concebida con tracción trasera en mente, nueva familia de motores Skyactiv de 6 cilindros y diferentes grados de hibridación, un diseño Kodo en su máxima expresión y la clara ambición de Mazda de ser una marca premium.

¿Un CX-90 light? ¿O CX-60 jumbo?

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El nuevo color cobre es exclusivo del CX-80 y luce bastante bien.

La forma breve de describir el nuevo Mazda CX-80 es, sin ninguna ironía, un CX-60 estirado o un CX-90 delgado. En serio, es la misma plataforma y familia de motores, con las mayores diferencias en las dimensiones y pequeños detalles de diseño.

En ese sentido, el CX-80 inicia como un Mazda CX-60 que pasó de 4,7 a 4,99 metros de largo, con una distancia entre ejes que pasa de 2,8 a 3,1 metros. Si lleva las cuentas, es la misma distancia entre ejes del CX-90, con la clara diferencia siendo que el CX-80 tiene menor anchura y altura.

En términos de diseño, es una fórmula que ya conocemos muy bien. Luces horizontales LED, una gran parrilla, insignias INLINE 6 en los costados, apliques cromados u oscuros aquí y allá, en fin. Lo exclusivo del CX-80 es ser el segundo Mazda en recibir el color rojo artesano, junto a una nueva tonalidad cobre metalizado.

Es un digno SUV insignia, un vehículo llamativo que seguramente robará la atención. En Europa Mazda supo juntar al CX-60 con el CX-80, ofreciendo dos modelos sobre la misma plataforma pero lo suficientemente distintos para coexistir con su dos o tres filas. Algo que no ocurrió al otro lado del charco.

Con la calidad anticipada

Bajo el capó no hay sorpresas y no tiene que haberlas. El CX-80 debuta con dos motores, un seis en línea turbodiésel de 3,3 litros, con 250 hp y 550 Nm de torque a las cuatro ruedas con un sistema híbrido ligero. El segundo es un híbrido enchufable con 323 caballos de potencia combinada y el motor 2,5 aspirado del CX-9. Ambos emplean una transmisión automática de 8 velocidades, por cierto.

Adentro tampoco hay grandes novedades porque, de nuevo, es lo que ya conocemos bien en los otros CX. Un interior con acabados exquisitos, controles orientados al conductor, la perilla de Mazda para controlar el info-entretenimiento de 12”, clúster digital, sonido Bose, en fin. Como el CX-90, se puede configurar con sillas tipo capitán o estándar en la segunda fila, para 6 o 7 ocupantes.

No faltan detalles como el control cinemático de postura para el chasis, asistencias de la suite i-Activsense, puertas con gran apertura, buena organización interior, gran espacio de carga, etc. Europa tendrá acceso al CX-80, que asume el rol de modelo insignia de Mazda por encima del venerable 6, a finales de este año. No cuente con su llegada a otros mercados, dada la presencia del CX-60 y CX-90 en regiones como Latinoamérica.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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