Tal vez no lo parezca, pero el nombre Alois Ruf es parte integral de la historia de Porsche. No solo por ser la única forma de tener Porsche en diferentes videojuegos culpa de Electronic Arts, sino por liberar al 911 y muchos otros modelos creando máquinas con un desempeño increíble. Una de ellas es el RUF CTR3, una absoluta bestia que hace palidecer el poderío de un 911 GT3 RS o un Turbo S, y que luce como algo que Bruce Wayne tendría en su garaje.
Este modelo extremo basado en el Porsche Cayman (sí, en serio) nació en 2007 y este servidor recuerda vividamente leer sobre él en la edición latina de Car&Driver. 16 años después el modelo sigue muy firme y acaba de recibir una actualización para cumplir la fantasía de unos pocos de tener un hypercar de Porsche más exclusivo con figuras que no tienen nada que envidiarle a un Carrera GT o 918 Spyder.
El monstruo latente tras el Cayman
Conocido como CTR3 Evo, esta sigue siendo la creación más poderosa en el abanico de RUF. Todavía basado en el Cayman pero con tintes de 911 al frente, su motor bóxer twin turbo de 3.8 litros produce la friolera de 789 caballos de potencia, que viajan con furia a las ruedas traseras para ser controladas por una transmisión PDK de 7 marchas o una manual de seis.
Con esas figuras de su lado un CTR3 es totalmente capaz de exceder los 380 km/h, tomándose 3 segundos nada más en alcanzar los 100 km/h desde cero. Un RUF CTR3 es básicamente un auto de carreras que puede rodar legalmente en ciudad. Prueba de ello es un alerón con despliegue activo y suspensión tipo pushrod, al igual que una cabina totalmente cerrada con una toma de aire en el techo.
Pequeños cambios diferencian al CTR3 Evo de sus predecesores. Los faros delanteros LED, y los traseros con un diseño redondo más sencillo. El motor tiene sistema de inyección y cárter seco como novedades, y un interior con más superficies en alcántara y mucha fibra de carbono. Puede que el modelo de las fotos sea azul pero no me queda dudas que un CTR3 Evo negro sería perfecto para el lado de “playboy millonario” de Bruce Wayne. Con unas modificaciones hasta podría ser un batimóvil.
La experiencia Speedster
La otra sorpresa de RUF fue el R Spyder, el equivalente de un 911 Speedster que abandonó por completo su techo. RUF elimina hasta el vidrio frontal creando un speedster con sabor a auto de carreras de los años cincuenta pero las amenidades modernas de un 911.
El R Spyder emplea un motor bóxer atmosférico de 4 litros, frenos de disco de carbono cerámica, nuevas partes en fibra de carbono y una transmisión manual de seis velocidades. El casco probablemente venga incluido, pero cuando se trata de RUF el precio de sus creaciones hechas a la medida supera hasta nuestras fantasías automotrices más realistas.
