No, no es un Nissan Ariya ni nada por el estilo, tampoco un Kicks o Pathfinder. He aquí la cuarta generación de la Nissan Murano, que llega rodando a 2025 con su característico estilo controversial y extraño de siempre. Sí, la Murano siempre fue peculiar y en esta generación se mantiene esa imagen que sin duda es de amores y odios, para algunos será excelente, para otros no.
No importa, Nissan aún cree en la Murano y para 2025 introduce varios cambios importantes. Ubicándose entre la X-Trail y Pathfinder, con cierto lujo, la nueva Murano por fin abandona las transmisiones CVT Jatco que tuvo sus controversias. También los motores V6, reservadas para la Pathfinder y Patrol, dicen adiós en favor de motorizaciones turbo de 4 cilindros. Mejor dicho no nos adelantemos, vamos a ver las novedades de la nueva Murano.
Adiós al V6, hola al Turbo
Para esta cuarta generación, la Murano usa la plataforma y motores de la similar Infiniti QX60, revelada hace unos años. Ello incluye un motor KR20DET turbo de 2 litros y cuatro cilindros, capaz de entregar 241 hp y 353 Nm de torque, sea a las ruedas delanteras o las cuatro. Una transmisión automática de 9 velocidades es la única opción.
Su extensión ahora es de 4,9 metros, con una generosa distancia entre ejes de 2,8 m. Encontramos frenos de disco ventilados, suspensión independiente en ambos ejes, rines de 20 o 21 pulgadas, asistencias ADAS al manejo, frenos ABS, cámara 360°, en fin. Ya sabe, todo lo típico.
Lo único que desaparece es la variante híbrida, que por el momento no hace parte del portafolio.
Diseño felino y llamativo
El otro gran salto de la Nissan Murano 2025 es en materia de diseño. Desde que llegó al mundo en 2002, su diseño y apariencia siempre fue peculiar; tal y como el arte de la isla Murano de donde llega su nombre. Y aunque ya no es convertible, por primera vez en 20 años la Murano se reencuentra con ese diseño radical que la caracterizaba.
Su frente es algo felino, con esa barra LED en la parte superior de la fascia y luces horizontales con una mirada seria. Bajo estas se encuentra una parrilla con cinco barras horizontales, que a los costados poseen un patrón similar con luces LED diurnas. No se usted, pero lucen como bigotes de gato.
El resto de la carrocería posee líneas suaves, un techo en color negro nacarado, acentos cromados y una barra LED trasera, con el escape y parabrisas trasero escondidos tras el spoiler y difusor bajo.
Salto en tecnología
La cabina es reminiscente del Ariya, con un volante sobrio de dos radios y un tablero de dos niveles que envuelve las pantallas dobles de 12,3”. Muchos materiales suaves componen los acabados de tablero, asientos y puertas, hay carga inalámbrica, puertos USB, acceso a Alexa y conectividad a celulares. Opcional llegan sillas con calefacción y techo panorámico.
Agradecemos los botones físicos, el generoso espacio para cinco ocupantes y la iluminación ambiente. Es un retorno en forma para la Nissan Murano de cara a 2025, luego de 10 años de una generación que no encajó bien entre la X-Trail (o Rogue) y Pathfinder. Además, Nissan sigue apostando por motores a combustión y no electrificación total, así que la Murano tiene mérito para ellos que buscan eso.
