Después de la actualización importante del Cayenne, se siguen sumando variantes. No, no es que el Porsche Cayenne GTS sea una novedad astronómica, lo nuevo es su motor V8 mejorado. Porque el GTS es ese modelo del medio para aquellos que buscan un Cayenne sensato con mayor diversión, pero sin la locura extrema de los modelos híbridos o el Turbo.
Ahí entra la sigla GTS al rescate y, con esta gran actualización del Porsche Cayenne, recibe un elemento más para diferenciarse de sus hermanos: el V8. Técnicamente es el mismo V8 que poseía anteriormente, pero con más sazón y poder para, incluso, incomodar al Cayenne híbrido y su V6 electrificado. Si usted es vieja escuela y prefiere ese clásico rugir de un V8, esto le interesa.
Sigla que regresa mejorada
Así pues, el Porsche Cayenne GTS V8 es lo mejor de dos mundos. Por un lado tiene el gusto y sonido de aquel V8 twin turbo de 4 litros y por el otro “juguetes” para ser más ágil y dinámico, que toma prestado del todopoderoso Cayenne Turbo GT.
Como era de esperarse, la nomenclatura GTS adorna al Cayenne estándar y su variante cupé, adoptando la barra LED trasera, faros frontales con tecnología Matrix LED, silueta más aerodinámica y todas esas mejoras que conocimos muy bien en varias ocasiones.
Para diferenciarse de otros Cayenne, el GTS integra un paquete estético con acentos y detalles negros por doquier, desde las defensas hasta los rines. Detalle contrastado por los escapes con salidas en un elegante tono bronce. Además de la cabina con las siglas GTS en los apoyacabezas y ese tablero rediseñado con tres pantallas y todo ese paquete tecnológico que detallamos en otra ocasión.
No hay GTS sin el V8
Lo que importa del Porsche Cayenne GTS es su dinamismo, su aceleración, el poder de su V8. Este pasa de 454 a 493 caballos de potencia, con un torque de 660 Nm a las cuatro ruedas. Todo cortesía de pequeñas mejoras y retoques al motor.
La tracción integral es la misma del Turbo GT, con refrigeración adicional para exigir al Cayenne GTS en pista. Elementos de la suspensión frontal al igual que la dirección provienen del Turbo GT para darle más agilidad al GTS. La suspensión adaptativa es neumática y Porsche ofrece su control activo de estabilidad y torque vectorial, para justificar las mejoras en desempeño.
Si eso no basta, un paquete opcional elimina unos 20 kg de peso. 4,2 segundos suena bastante conservador para la aceleración que puede alcanzar el GTS, pero es la figura que Porsche nos otorga.
Con ese poder V8 de su lado, el Cayenne GTS tiene todo para ser uno de los favoritos en el mercado global. Particularmente en Latinoamérica donde, para sorpresa de nadie, son el Porsche más vendido.