Lo único malo del nuevo Range Rover Sport SV es que no llegó a tiempo para protagonizar una persecución en Rápido y Furioso 10. Aunque con la noticia de que harán otras dos para cerrar esa saga de películas, oportunidades es lo que hay para que esta nueva SUV deportiva británica “muestre sus músculos” en la pantalla grande. Después de todo, esa es su razón de existir, así para muchos una Range Rover Sport o incluso una Velar a secas basten.
Claramente para Land Rover no es suficiente, lo que explica la llegada de un modelo más potente. El objetivo del Range Rover Sport SV es ocupar el sitio que las variantes designadas SVR tenían en el pasado. ¿Eso quiere decir que SVR está muerto? Para nada, pero es poco probable que esa designación aparezca en la parte trasera de un Range Rover Sport. Aún queda el Defender, al que le quedaría bien el título, pero ya dependerá de Land Rover y de su transformación a movilidades eléctricas.
V8 de Bimmer > V8 de Jaguar
Para demostrar que vale la pena, el Range Rover Sport SV cambia el V8 de Jaguar de 5 litros por uno de BMW, con dos turbocargadores y tecnología híbrida ligera. De 523 hp del Range Rover Sport “tope de gama”, el modelo SV asciende a 626 equinos (100 hp más) y un torque de 750 Nm. Curiosamente más potente que su rival de BMW directo, el X5 M, con el cual comparte el motor y sistema híbrido de 48v.
Con esa bendición de su lado, el Range Rover Sport SV va de 0 a 100 km/h en 3.6 segundos, y a fondo llegará hasta los 290 km/h. Incluso podría tener más aceleración, pero Land Rover considera que 750 Nm es el límite seguro y sensato para su transmisión automática de 8 marchas, con levas en el volante. 50 Nm extra están disponibles solo con el control de lanzamiento, para todo lo demás 750 Nm bastan.
El otro truco bajo la manga del Range Rover Sport está en su suspensión. Lógicamente, al ser una SUV algo pesada, necesita toda la ayuda posible en las curvas. Land Rover dota a su “súper SUV” con suspensión dinámica 6D, la misma presente en el Range Rover más elegante. Esta mezcla suspensión de aire con dámperes hidráulicos para estabilizar la camioneta, “plantándola” firmemente en las curvas y eliminando la necesidad de barras antivuelco. El sistema también mejora la respuesta de los cambios y de la dirección.
Un peso pesado veloz y ágil
2.560 kg no son para nada figuras esbeltas, pero Land Rover ofrece maneras extra de poner a dieta al Range Rover Sport SV. Como rines en fibra de carbono, los primeros en el mundo hechos en ese material, en conjunto a discos ventilados en compuesto carbono-cerámica. Con estos dos ítems Land Rover dice que elimina 76 kg más de peso, el equivalente a una persona promedio.
Su estilo no cambia demasiado frente al Range Rover Sport regular. Sigue luciendo ese aire de sofisticación con un minimalismo que recorre todas las líneas de la carrocería. Un discreto labio frontal, rines de 23” y escapes cúadruples rodeados por fibra de carbono son los detalles que la delatan de cerca. No queremos sugerir que un Range Rover Sport es recatado, pero solo al momento de experimentar su aceleración notará que es la versión SV y no cualquier otra.
En el interior, salvo las butacas tipo cubo adelante y acentos rojos, es el mismo Range Rover Sport que conocíamos. La marca aún promociona su sistema Pivi Pro de 13.1”, ahora con bocinas integradas en las sillas para expandir los confines a los que llega el info-entretenimiento. Sistema que también actúa como masajeador, con todo y música ambiente, para calmar a los ocupantes. Lo va a necesitar cuando los 626 equinos de esta SUV galopen a toda marcha y sus pasajeros se aferren a los apoyabrazos como si sus vidas dependieran de ello.