Siempre que pienso en Koenigsegg recuerdo una frase en algún video que decía que Christian Von Koenigsegg fundó su marca para humillar a Bugatti. Si bien eso hoy por hoy ya no es muy cierto, pocos recuerdan que la marca sueca fue fundada en 1994, mucho antes del mayor éxito de Bugatti: el Veyron. No fue sino hasta el año 2000, luego de años de prototipos y desarrollo que revelaron su primer auto: el CC8S. Y 22 años después, Koenigsegg homenajea a ese primer “álbum de éxitos” con una flamante creación retro llamada CC850.
Piénselo como un restomod hecho personalmente por la emocionante y exótica casa sueca. Es clara la inspiración del Koenigsegg CC850, ya que es casi idéntico al auto que representó el génesis de la marca. Salvo por unos minúsculos detalles estéticos y una impresionante carga de tecnología, ambos autos son en esencia iguales
¡Larga vida a los manuales!
Permítame abrir con la siguiente afirmación: el Koenigsegg CC850 reinterpreta las transmisiones manuales. Porque sí, este bólido es manual pero también automático. Permítame explicarle, ya que el sistema ESS (Engage Shift System) es quizá la forma de tenerlos a todos contentos y tener autos manuales y automáticos a la misma vez.
En esencia, esta es una transmisión manual “automatizada”, con un embrague con operación y sensación convencional, seis velocidades y un estilo gated que nos recuerda a los Lamborghini y Ferrari de antaño. Sin embargo, hay dos ranuras más allá de la quinta y sexta velocidad, funcionando como reversa y drive. De esa manera, en cualquier momento puede poner el auto en drive y circular con estilo y tranquilidad, o ponerse en modo piloto y usar la transmisión manual justo como un auto de este tipo lo merece.
El asunto no termina allí, porque el CC850 emplea un diferencial de deslizamiento limitado con nueve velocidades a su disposición. Koenigsegg asegura que si bien la caja tiene seis marchas, los reglajes se pueden ajustar de acuerdo al modo de manejo seleccionado, o si el auto se encuentra en modo manual o automático; este último con las 9 marchas a su disposición. Esto sí que es una joya de la ingeniería.
La furia de un V8 que respira E85
Para acompañar a este fantástico concepto de transmisión Koenigsegg instala el mismo motor V8 twin turbo presente en el Jesko, con una potencia “sutilmente reducida” a 1385 caballos y 1385 Nm de torque, en un auto que pesa 1385 kg. Es decir, 1 hp por cada kilogramo, siempre y cuando utilice combustible E85. Con gasolina “regular” el CC850 está limitado a 1185 hp, que sigue siendo una figura astronómica.
Christian von Koenigsegg utiliza la sigla TWMPAFMPC para describir al CC850, y casi suena como el personaje de Lluvia de Hamburguesas al decirlo. Estas traducen a the world’s most powerful and fastest manual production car, o el auto manual de producción más poderoso y rápido del mundo. De cierta forma, Koenigsegg sigue en esa eterna búsqueda por la velocidad máxima y la distinción.
Reinterpretación de un clásico
Por todo lo demás, el CC850 es la versión moderna del CC8S dos décadas después de su presentación. La silueta es la misma, aunque hay un alerón bastante práctico, enseñanza de la vez que Top Gear probó uno en su pista. El interior en cuero o alcántara combina tecnología con elementos tradicionales, como un panel de instrumentos análogo hecho a mano y un volante redondo, nada de esas formas cuadradas en D o lo que sea que haga Tesla. Carrocería y chasis son en fibra de carbón, y frenos de cerámica detienen con aplomo a esta bestia de 1385 hp.
La producción de este exótico estará limitada a 50 unidades, para celebrar también el cumpleaños número 50 de Christian Von Koenigsegg, de ahí el nombre CC850. ¿Precio? Ni pregunte porque este auto está hecho para magnates o coleccionistas de verdad, como aquel sujeto que compró un Skyline GT-R Z-Tune. De esta manera abre con toda el concurso de elegancia en Pebble Beach, y no se despegue porque los lanzamientos exóticos son numerosos y cargados de números absurdos.