¿Qué sucede cuando los alemanes intentan mejorar una creación estadounidense? Ante usted está el resultado. No pudieron elegir una camioneta más pequeña y menos decadente, pero se trata de Cadillac, marca sinónimo con ese tipo de vehículos. Aquí solemos cuestionar las creaciones de Mansory, pero cuando se trata de la Cadillac Escalade sus modificaciones encajan extrañamente bien, y ayuda que la Escalade sea sinónimo de raperos, rines y escapes gigantes.
Cadillac misma hace que la Escalade sea un ladrillo volador de fábrica, con la variante V Supercargada que tiene 650 hp. Mansory simplemente se adapta a esa locura americana de forma sorpresiva, casi como si Mansory debió ser vecino de West Coast Customs y no de Brabus o ABT. Por cierto, esta es la primera ocasión que Mansory modifica un vehículo de Cadillac, aunque no es la primera vez que el preparador toca un modelo producido en Detroit, EE.UU. Casi nos hace desear que se topen con el Lincoln Navigator o el Chevrolet Corvette C8 y que den rienda suelta a su locura.
Con un look mejor del que esperábamos
Para hacerle honor al tamaño de la Cadillac Escalade, Mansory empezó instalando unos descomunales rines de 26”. Resuelto el calzado pasaron a la apariencia, agregando un bodykit en fibra de carbono que altera el frente, faldones laterales y defensa trasera. Esta última luce cuatro escapes bastante intimidantes y un difusor para recordar esos buenos tiempos jugando Need for Speed Underground 2.
Entre los detalles del bodykit se encuentran un splitter frontal y espejos retrovisores con el estilo aerodinámico de BMW M. No es que lo necesite, ya que un Cadillac Escalade es tan aerodinámico como un ladrillo. En contraste, el interior no ostenta demasiados cambios, fuera de más cuero color caramelo y otros materiales opulentos para mejorar el ambiente que Cadillac crea de fábrica.
Mansory nos dice que los escapes son funcionales y de alto flujo, agregando 35 hp más al V8 6.2 litros de GM, para un total de 455 equinos. Este no es el fin, ya que Mansory tiene en su mira al Escalade-V, con mejoras que ciertamente serán absurdas. El modelo que adorna estas líneas es apenas un abrebocas que roza en lo absurdo, pero no es la forma final que puede darle Mansory al Escalade.