Porque todo es más grande, ruidoso y absurdo en la tierra de las franquicias de comida rápida y NASCAR. Aunque sabe algo, quite ruidoso, porque el Cadillac Escalade iQL eléctrico es todo menos escandaloso. Hablamos de ruido, en términos de envergadura, diseño y poder, este Caddy es todo menos sutil.
Era lógico que el Cadillac Escalade iQL tenía que existir, para su contraparte que no tiene tren motor eléctrico, es lo mismo. Está la Escalade normal y la versión ESV que tiene una distancia entre ejes mucho mayor. Aquí es lo mismo, iQL es la variante “estirada” de la Escalade iQ, porque las limusinas tienen que venderse en Estados Unidos y en China. Sí, esos son los mercados donde son más populares.

Talla 5XL
Con 5,69 metros de largo, la Escalade iQ no era precisamente pequeña. Pero no era suficiente, ¿qué le parece 5,8 metros? Eso fue lo que hizo Cadillac, estirar casi 12 cm a la Escalade eléctrica, aunque la distancia entre ejes se mantiene en 3,4 metros. Aun así, la versión iQL es más grande que la Escalade ESV, en extensión y distancia entre ejes.
Ello traduce en una segunda y tercera fila con más espacio para los ocupantes. Algo crucial ya que hay mercados donde se aprecia aún más ese espacio para piernas y cabeza en la segunda fila, que posee sillas tipo capitán. Cadillac nos dice que el baúl crece a más de 2.000 litros con la segunda fila abatida, ayudado por las gavetas y espacios extra de esta mole hecha SUV.

Los ocupantes de la segunda fila tienen 11 cm más en espacio de piernas, allí fácilmente podría estacionar algún city car (sarcasmo). Los acabados de lujo con hectáreas de cuero, sonido firmado por AKG y esa ultra pantalla de 55” no cambian de la Escalade iQ a la iQL. Tampoco las pantallas extra para los pasajeros traseros.
Coloso eléctrico
Tampoco cambia el tamaño de la batería (205 kWh), curioso ya que debería tener algo de espacio para sumar un par de celdas extra. Cadillac nos dice que la Escalade iQL posee ese mismo tren bimotor que entrega 680 hp, figura que salta a 750 equinos y 1.063 Nm con el modo “Velocity Max”.
Su 0-100 km/h se mantiene bajo los 5 segundos y el rango en unos 700 km, con carga “ultra rápida” heredada de la GMC Hummer EV, que recupera unos 187 km de autonomía con 10 minutos de carga rápida.

Por supuesto al ser una limusina, se mantienen las asistencias al manejo de todo tipo, como ese sistema Super Cruise, asientos con masaje, ajuste eléctrico, en fin, lo típico de un SUV para aislarse del mundo. Cabe destacar que el diseño del pilar C cambia ligeramente, con una “aleta” más pronunciada y una ventana extra entre este y el pilar D.
¿Necesita alguien todo esto? Tal vez si es mandatario de EE.UU., pero su presidente por estos días no cree demasiado en los eléctricos.
