Después de la filtración que nos reveló el motor V8 tendría la Raptor, pasamos a “esto”. ¿No desea tener el poder de borrar sus recuerdos o cosas que acaba de ver? Porque luego de contemplar esta abominación, quizá necesite más algo más fuerte que cloro para lavar sus ojos. Lo que aquí ve se llama Megabronc, y es en esencia es una mezcla entre una Ford F-250 y el frente de un Bronco. ¿Por qué esos dos? Nadie lo sabe. Por lo menos el Bronco 6×6 de Apocalypse tenía mejores proporciones.
MegaRexx, los mismos de la MegaRaptor, son los responsables tras esta cosa. El Megabronc es lo que sucede cuando alguien en el corazón de Estados Unidos quiere una nueva Ford Excursion (o conversión Centurion), pero sólo tiene una Ford F-250, el frente de un Bronco y un amigo que es “mecánico” como asistente. Honestamente, la calidad y ejecución de este proyecto no están mal, sólo que sencillamente el frente del Bronco no encaja en semejante camioneta. Parece un auto creado para GTA V con el fin de no infringir el copyright de Ford.
El auto familiar “perfecto” para E.E.U.U.
No le mentí cuando le aseguro que el Megabronc es una Ford Excursion renacida, sólo que con frente de Bronco y platón de F-250. Este último ahora alberga la tercera fila de asientos, con un monumental espacio para los pasajeros que allí se acomoden. Eso ni la Bentley Bentayga EWB. Además, usted sabe que las pick-ups hoy en día son más autos de lujo que utilitarios, y este gigante no podía ser la excepción.
MegaRexx utiliza la variante Lariat de la F-250, que incluye asientos de cuero, paquete FX4 off-road, monitoreo de puntos ciegos (y créame que este auto lo necesita); así como asientos y volante calefactados, techo panorámico, sensores y cámara de reversa. Todo lo necesario para ir a diario en el trabajo comandando al Megabronc. Por lo menos ningún atasco será problema en esta bestia.
El motor Powerstroke V8 diésel de 475 hp y unos ridículos 1424 Nm de torque posee el empuje necesario para avanzar por el camino que sea, siempre y cuando sea recto. Eso sí, quizá necesite un intercomunicador, como la Honda Odyssey, para poder hablar con la fila de atrás, que parece estar en otro código postal. Por cierto, estas sillas son de una Expedition, y la cabina sobre el platón es removible.
Argumentos 4×4, ¿pero a qué costo?
Quizá lo más ridículo de todo esto es el esfuerzo que puso MegaRexx para crear tal abominación. Todo el frente está hecho a la medida con fibra de vidrio, e intenta imitar la nariz cuadrada de un Bronco real. Sólo que las proporciones no cuadran. No ayuda que la parrilla del Ford Bronco se ve fuera de sitio, más diminuta que el frente de este tractocamión, como si fuera una imagen con Photoshop. Hay una barra LED en el frente, no para iluminar el camino sino para que lo vean desde más lejos, si es que eso es posible.
Para finalizar, está la suspensión modificada y levantada, con 13 cm más de despeje. La altura del eje trasero puede ser modificada, y todo el sistema posee resortes y muelles personalizados, así como amortiguadores y estabilizadores ajustables. Más que necesario, para que el Megabronc no se sacuda como gelatina a más de 100 km/h. Todo lo rematan unas llantas todoterreno Atturo y ejes Dana 60 con bloqueo de diferencial.
MegaRexx lo invita a que se lleve manejando una de estas a su casa, pero no creo que sea muy buena idea aceptar esa propuesta. En especial cuando cuesta unos astronómicos 224.000 dólares. Eso sí, también ofrecen una prueba personalizada, o que los contacte y a través de una videollamada conozca todo lo que tiene por ofrecer el Megabronc. Yo creo que paso.
