Cuando sienta que tiene mala suerte, piense en este individuo japonés. Aquí tiene el candidato a persona con menos suerte del año, presa de eventos fuera de su control que evaporaron (literalmente) su sueño. Porque la historia a continuación involucra un Ferrari 458, el sacrificio de 10 años para comprarlo y un accidente que culminó con dicho Cavallino incendiado.
En un arranque de sinceridad, típico de “en momentos así sólo queda reír”, fue el mismo dueño quien compartió su desgracia a través de sus redes sociales. Se trata de un productor de música de 33 años, trabajo respetable que le representaba una ganancia extra para ahorrar y tener el auto de sus sueños. Así que mal terriblemente mal en la vida no le va a este individuo, al menos antes del incidente.
Cuento de hadas transformado en horror
Trabajo que le permitió al productor de música ahorrar poco a poco para comprar su Ferrari soñado. Algo que hizo durante los últimos diez años, hasta que por fin tuvo suficiente dinero para ir, cual niño con una alcancía a la juguetería, para adquirir ese vehículo.
フェラーリってホントに燃えるんだね。 pic.twitter.com/S2bOMCWsDH
— まっきー＠DeafVR (@Mackey_0430) April 16, 2025
¿Cuál? Un 458 Italia Spider color blanco, que no es precisamente el más caro o exclusivo de los Ferrari, pero era el sueño del hombre; vehículo avaluado en unos 250 a 300.000 dólares. Fue en el 16 de abril que el sujeto cumplió su sueño, recogiendo el Ferrari y conduciéndolo por primera vez de regreso a casa, típico cuento de hadas de un petrolhead; sin imaginar que todo terminaría incendiado o envuelto en llamas.
562 equinos italianos evaporados en minutos
Como buen auto italiano y sin previo aviso, el humo comenzó a envolver el 458, mientras transitaba la autopista elevada Shouto, cerca de Minato Ward en Tokio. Las imágenes hablan por sí solas, con los restos del Ferrari incendiado, aunque por fortuna el conductor escapó ileso y las llamas fueron extinguidas por los bomberos sin mayor problema, unos 20 minutos después.
Quizá una fuga de aceite o combustible detonó las llamas, a juzgar por la mayoría de daños concentradas en el área del motor, tras la cabina. Curiosamente el 458 tuvo un llamado a revisión por un problema con ciertos adhesivos térmicos, pero fue rectificado en este ejemplar.
Espero que el hombre tuviese asegurado su 458, al menos para recuperarlo y poder adquirir otro con la indemnización. Quizá la próxima vez inspeccione con un mecánico más de cerca al Ferrari, para que no termine incendiado a causa de alguna falla y pueda disfrutar su auto soñado por más de un día.
