Le aseguro que no es una broma ni nada por el estilo, es tan real como es absurdo. Por lo visto el nombre Alfa Romeo Milano es ilegal ante los ojos italianos, al grado que el gobierno se involucró y presionó a la marca para alterar el nombre. Todo porque el Milano no se fabrica en su nación de origen, sino en Polonia. ¿Sabe lo peor? Alfa Romeo concedió derrota y decidió “rebautizar” a su pequeño SUV.
Es una historia tan ridícula, que exige que usted apague sus neuronas por un momento sólo para comprender lo absurda de esta situación. Jamás en la historia del mundo automotriz un gobierno, basado en una ley bastante ambigua, obliga a un fabricante a cambiar el nombre de uno de sus autos por ir en contra de esa ley.
Italia vs Alfa Romeo
Es que Milano no es un nombre ofensivo ni con doble significado, como pasa con el Hyundai Kona en Portugal. Esto es producto de un puñado de italianos quejándose porque un modelo no es patriótico. Como si no supieran que todas las marcas tienen fábricas alrededor del mundo y ello no altera su nacionalidad.
Adolfo Urso, un controversial político italiano con un historial algo criminal, fue quien “puso el grito en el cielo”. Según él, Alfa Romeo infringe la ley italiana al nombrar su auto Milano, para luego fabricarlo en Polonia. Según este ministro, existe una ley en Italia que estipula que un producto con un nombre y origen italiano debe fabricarse allí, de lo contrario podría confundir a los consumidores.
La idea de la ley es promover los productos hechos con orgullo en Italia. Porque no cualquiera puede ir por ahí vendiendo queso parmigiano que no se cure y produzca en esa nación. Es una ley cuya intención es promover los trabajos del país, pero tomada fuera de contexto y estirándola al mundo automotriz es absurda. De hecho, Alfa Romeo tiene todo el derecho de mantener el nombre Milano.
Dando el brazo a torcer
Pues no, la marca cedió ante esta ley que muy posiblemente no contemple autos. Ahora el Alfa Romeo Milano recibe el nombre Junior, porque Alfetta, Alfasud, 148 o incluso Polonia eran inaceptables.
Quizá en un acto de buena fe, como buenos italianos supersticiosos, Alfa Romeo no quiso manchar el éxito de su modelo y abandonó el nombre Milano. Junior hace referencia a un cupé clásico de los años sesenta basado en el Giulia, así que al menos tiene pedigrí e historia. Hay que destacar que Alfa Romeo quería producir al Milano en Polonia para reducir sus costos y mantener su precio por debajo de los 30.000 euros, algo imposible si se producía en Italia.
Al menos fue publicidad gratis, ¿verdad? Tal vez el gobierno italiano pudo ofrecer una manera para que Alfa pudiese armar el Milano en tierra natal y no incurrir en costos mas altos de producción.
No es la primera vez que pasa…
Así pues, Alfa Romeo tendrá que gastar una fortuna para cambiar miles de insignias y material publicitario con el nuevo nombre. Lo más gracioso es que esta misma situación ha ocurrido dos veces. El Alfa Romeo Giulietta iba a llamarse Milano, una vez más en honor a la ciudad que sirve como su base de operaciones.
En esa ocasión los habitantes de Milán no vieron con buenos ojos que un Alfa Romeo, ensamblado por Fiat en Turín, llevara el nombre de la ciudad. Así que Alfa Romeo aplazó su lanzamiento, gastó millones cambiando el nombre a Giulietta y aplacó la situación.
Si tuviera una moneda por cada vez que Alfa Romeo descarta el nombre Milano tendría dos monedas, que no es mucho pero es curioso que haya ocurrido dos veces.
