Civic bicicleta
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¿Qué se puede hacer si tiene demasiado tiempo libre en sus manos? Pues los norteamericanos son expertos respondiendo esta duda. Hoy traemos uno de esos proyectos que nacen de tener muchas herramientas y nada útil que hacer. Life OD es un canal de Youtube dirigido por un conjunto de amigos a los que les encanta hacer experimentos y pruebas con autos viejos. Nadie mejor que ellos para crear un auto propulsado con una bicicleta. Antes de que lo comente, no, no es lo mismo que aquella réplica del Porsche GT3 RS que se movía a puro pedal. En este caso, el auto es real y la bicicleta va por fuera.

Ingeniería simple, locura complicada

¿Está confundido? Calma, que para eso estamos, para explicarle. Los integrantes de Life OD tomaron un viejo Honda Civic hatchback de 1990 que estaba desahuciado, una buena base para cualquier tipo de proyecto loco. En lugar de dejarlo morir en paz al fondo de un lote, ellos le sacaron el motor y el capó. Dejaron la transmisión conectada a las ruedas y le instalaron una polea de buen tamaño. Después tomaron una bicicleta tándem, le quitaron la rueda trasera sin mucho cuidado y le pusieron otra polea en su lugar.

Civic bicicleta
La única manera de hacerlo más simple es empujándo el auto a pie.

Después, fijaron la bicicleta a un marco que instalaron en el compartimiento del motor, poniéndola a una buena altura del piso. Unieron las 2 poleas con una correa y un tensor, así que la potencia salía directamente de la bicicleta hacia la transmisión del Civic. La relación de cambios quedó tan desmultiplicada, que el auto solo se podía mover en quinta marcha. El resultado es un auto real propulsado enteramente con la fuerza de una bicicleta y 2 ciclistas aficionados.

Rebuscado y funcional

Sin más preparativos y sin hacer mayores arreglos, sacaron este Honda Civic propulsado por una bicicleta a la calle. En medio de miradas, gente que los grababa, risas y uno que otro bocinazo, estos 3 amigos se dispusieron a ir a un McDonald’s para tanquear. Por fortuna estaban cerca al restaurante, ya que esta precaria construcción no pudo rebasar los 3 km/h. La escena era tan bizarra, que cuando los paró la policía no les dijo nada y claramente no los podía detener por exceso de velocidad. Quizá con unas poleas más pequeñas y la potencia de Rigoberto Uran podrían ir más rápido.

William Puentes
Periodista y comunicador - aficionado a carros, motos y todo lo que se mueva.

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